En los últimos años ha habido una transformación significativa en la dinámica del transporte de carga aérea en el centro del país, especialmente luego de la creación del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA). Expertos del sector señalan que esta evolución ha generado nuevos desafíos, como los tránsitos fiscales entre el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y el AIFA y la redistribución de la carga hacia diferentes destinos, como el aeropuerto del Bajío en León y el de Querétaro.
Hugo Fidel Salazar Cabrera, coordinador de cuenta clave en AAACESA Almacenes Fiscalizados, señala que, debido a lo anterior, los recintos fiscalizados se erigen como pilares esenciales para la seguridad y eficacia en el transporte de mercancías a través de las aduanas aéreas. Enfatiza que es tarea prioritaria mantener la integridad de la carga y facilitar el flujo fluido de diversos productos, desde bienes de alto valor hasta artículos perecederos, como la carga farmacéutica.
Si bien la inauguración del AIFA ha incrementado la capacidad de manejo de carga, también ha generado una redistribución en la demanda y la infraestructura, según explica Salazar. El nuevo aeropuerto “ha agilizado los tiempos de salida en el AICM, aunque todavía es pronto para determinar el impacto completo de tener dos aeropuertos operando de manera simultánea”.
La geografía como ventaja
En cuanto al tipo de carga manejada, los recintos fiscalizados priorizan industrias como la farmacéutica, los productos perecederos y los bienes de alto valor. Salazar Cabrera resalta el crecimiento del comercio electrónico como una tendencia destacada, con almacenes repletos de productos destinados al Aeropuerto Felipe Ángeles.
Ante la pregunta sobre si el AIFA está destinado a convertirse en un aeropuerto con vocación de carga, más que de pasajeros, Salazar Cabrera sugiere que la prioridad actual es la logística de carga debido a la infraestructura disponible, además de que su posición geográfica brinca fácil salida a carreteras clave, como el Arco Norte. Sin embargo, no descarta la posibilidad de un aumento futuro en el tráfico de pasajeros.
Los recintos fiscalizados juegan un papel fundamental en la seguridad y eficiencia del transporte de mercancías en los aeropuertos, y se adaptan de manera constante a los cambios en la logística y las demandas del mercado. La incorporación del AIFA en la ecuación aeroportuaria ha redibujado los flujos de mercancía en todo el centro del país, lo que, tal como indica el entrevistado, está agregando una flexibilidad muy conveniente, ante el fenómeno del nearshoring.
