La industria de la fundición mexicana es sumamente desconocida, esto implica que cosas como captar nuevos talentos y lograr el desarrollo de políticas gubernamentales que la impulsen sean todo un desafío. A pesar de ello, ocupa el 7.º lugar a nivel mundial. ¡Imaginemos lo que logrará cuando supere ese tipo de desafíos! Creciendo, hará crecer a todas las industrias de la nación.
La de la fundición es una industria que está ligada a la prosperidad: las principales naciones fundidoras poseen economías fuertes.
Como indica el lema de la Sociedad Mexicana de Fundidores, A. C., la fundición es “La industria que fabrica industrias”: todas las industrias, fábricas, oficios y profesiones en el mundo utilizan directa o indirectamente, algo que un fundidor creó.
Es importante fortalecer nuestra industria desde las raíces, la identidad, para que el fundidor y su mundo sean conocidos, comprendidos e impulsados y, con ello, puedan realizar mejor su trabajo, tener mejores marcos sociales y legales, y contribuyan todavía más al crecimiento de México.
Por eso celebramos, este 1º de diciembre, el Día del Fundidor. Sobran motivos para celebrarlo: La industria de la fundición es una de las más amigables con el medio ambiente, un altísimo porcentaje de la materia prima de sus productos está compuesto por material reciclable.
En gran medida el ser humano debe su progreso e incluso su historia al dominio de los metales.
Al fundidor y a los trabajadores del metal el oficio les cayó del cielo: se ha comprobado que el metal con el que se realizó la pieza de hierro más antigua de la historia fue extraído de un meteorito que cayó en Egipto, hace 5,200 años.
San Eloy, es el santo patrono de los fundidores, ya que construyó dos tronos de metales preciosos para el rey de su nación con materiales que el reino creía suficientes apenas para una sola pieza.
Gutenberg hizo posible la imprenta gracias a la fundición de tipos móviles (letras y signos hechos de metal fundido que luego acomodaban para formar las palabras de cada página de un libro a imprimir): los libros existen gracias a la fundición.
La independencia de México quizás no hubiese sucedido si Don Miguel Hidalgo no hubiese instalado una fundición de metales; y de igual forma sucede con las gestas de Napoleón, de George Washington, y de otros próceres universales.
El primer ser humano que viajó al espacio exterior, Yuri Gagarin, estudió fundición, y hasta sus 20 años de edad trabajó como fundidor.
De todo esto, y de muchísimo más, puede sentirse orgulloso el fundidor. Este 1º de diciembre, en su día, recuerda felicitar a un fundidor.
