Como en otros países con economías de mercado, en México la principal fuente de riqueza, crecimiento y generación de empleos se concentra en la actividad del sector privado.
De acuerdo con información del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), la participación del sector privado dentro del producto interno bruto (PIB) nunca ha sido menor a tres cuartas partes del total nacional, incluso en los momentos más álgidos por los que ha pasado la economía, incluyendo el periodo de estatización de empresas y las fuertes caídas causadas por crisis económicas como la de la pandemia por Covid-19.
El 84.2% del PIB del país en 2021 tuvo su origen en el sector privado, que en 2022 llevó a cabo el 87% de la inversión total y así originó casi una tercera parte del crecimiento de ese año. De acuerdo con el Censo Económico más reciente (2019), el 83% del empleo se concentró en las empresas privadas, que representan el 94% del total en el país.
“Para que el sector privado continúe como el principal generador de crecimiento es indispensable un ambiente de negocios en el que las empresas, nacionales y extranjeras, vean un ambiente claro para invertir. Ello sin duda potenciaría la capacidad de crecimiento de la economía, la haría más productiva y competitiva y, por lo tanto, se podrían cimentar las condiciones necesarias para elevar el bienestar de la población de manera sostenible. Además de generar la mayor parte del producto, la inversión y el empleo de manera directa, las empresas del sector privado contribuyen a la hacienda pública de manera preponderante, lo que permite al gobierno llevar a cabo las actividades que le corresponden. Alrededor del 60% de la recaudación tributaria total viene de las empresas privadas” resaltaron especialistas del CCE.
Resultado del Análisis Económico Ejecutivo, realizado por el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado, el protagonismo productivo del sector es evidente. Debido a los incentivos que genera el mercado, su capacidad de invertir productivamente supera a la del sector público. De hecho, ello presenta una oportunidad para ambos.
“Como en otros países, en México, el gobierno ha llevado a cabo proyectos de inversión de infraestructura, que por mucho tiempo fueron exclusivos del sector público, mediante esquemas de participación pública y privada, incluyendo las denominadas Asociaciones Público Privadas (APP)”, citó el análisis.
Con las APP se establece una relación contractual de largo plazo entre los sectores público y privado para la prestación de servicios al sector público, mediante infraestructura que proporciona (construye y opera), total o parcialmente, el sector privado. La clave de éxito de este tipo de proyectos es que se logre una asignación eficiente de todo tipo de riesgos entre ambos sectores.
En el mediano y largo plazo, las APP pueden jugar un papel relevante para el desarrollo y operación de infraestructura en sectores como transporte, energía y agua, pero también en materia educativa y hospitalaria.
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