Tpí Composites, a través de un grupo de colaboradores liderados por Teresa Quiñones, realizó un donativo al albergue “Los ojos de Dios” para crear un centro de juegos.
De acuerdo con representantes de la empresa, el apoyo tuvo una intención más allá de ofrecer pintura o un monto económico, que fue la de crear un espacio para los niños del albergue, con el fin de que aquellos con algún tipo de discapacidad o necesidad especial tuvieran un lugar con juegos adecuados.
“Parte de área de interacción de lugar carecía de juegos adecuados para los niños con discapacidad. Además, eran de madera, lo que hacía que el clima los desgastara muy rápido”, dijo Raziel Resendiz, coordinador de comunicación de la empresa.
El proyecto fue el resultado de un trabajo colaborativo cuyo líder fue el gerente de Tpí planta MX5, Paul Hannenberger, quien tuvo la idea de trabajar para un beneficio de la comunidad.
“Los equipos de soldadura, compras, producción, recursos humanos y la gerencia de la planta idearon una manera de crear un juego único, personalizado e ideal para la necesidad de los niños del albergue. Además, fue elaborado solo con el scrap del proceso, las herramientas y personal de la planta”, detalló.
Durante un par de semanas, Jesús Gamboa, gerente de soldadura, junto con su equipo, en especial con el soldador Ezequiel Montelongo, trabajaron para armar el juego.
A la vez, Luis Ríos, gerente de Tooling; el planeador, Víctor; y la compradora Angélica Hernández, se encargaron de recolectar y conseguir todo el material necesario de lo que normalmente es desechado.
Una vez finalizado el juego, los empleados asistieron a la empresa junto con sus familias para pintarlo y terminar los acabados, de forma que estuviera listo para entregarse al albergue. “Quisimos dejarlo listo con la misma calidad con la que entregamos los productos que hacemos en la planta”, finalizó Resendiz.
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