Una historia de éxito, de perseverancia y de actitud es Mayra Ortiz Sánchez, quien a sus 37 años cuenta con amplia experiencia en la industria automotriz, pues por 20 años ininterrumpidos ha entregado resultados de calidad a empresas como Daimay, anteriormente Motus y Johnson Controls.
Originaria de Saltillo, Mayra relató que inició su vida laboral desde los 18 años, cuando ingresó a Johnson Controls en 1999.
“Inicié cuando esta planta era Johnson Controls, mi ingreso fue casualidad, originalmente mi mamá estaba buscando trabajo y yo venía a acompañarla, pero me entrevistaron también y entré a trabajar como operador”, comentó.
Su progreso dentro de la planta fue rápido, ya que contaba con conocimientos en el área de calidad, donde se desempeñó en los años posteriores.
·Como tenía conocimientos de Calidad, me movieron a esa área. Posteriormente fui técnico en cuarentena y luego técnico en Calidad. En 2008 me estabilicé como técnico, coordinando inspección, recibo y cuarentena, durante tres años y medio”, expresó.
En 2012 empezó a prepararse con cursos de computación, de inglés, ya que la compañía requería un nivel académico superior para brindar más oportunidades laborales. En 2014 finalizó sus estudios de preparatoria y comenzó a cursar la carrera de Licenciatura en Administración en el Centro Universitario de México, finalizando tres años después.
Como consecuencia a su preparación, cuando Johnson Controls es adquirida por Motus, a Mayra le brindaron la oportunidad de desempeñarse como ingeniero de Calidad, puesto que hasta la actualidad ejerce en Daimay Automotive Interior.
“Actualmente yo llevo la calidad de todos los proveedores de materia prima de la planta, reviso desempeño de los productos y del proveedor”, explicó”.
SUPERA ADVERSIDADES
Ya en el lado humano, Mayra Ortiz ha sabido superar los obstáculos de la vida, ya que tras ser diagnosticada con cáncer, logró salir adelante con el apoyo de Daimay.
“El año pasado, después de estar contenta y satisfecha de terminar mis estudios, me detectaron cáncer de mama, se te cae el mundo encima. Afortunadamente tuve mucho soporte de la planta, fui a un tratamiento, y aunque el tumor estaba muy pequeño, sigo en constantes revisiones”, rememoró.
“Me siento orgullosa porque toda mi carrera la he hecho trabajando 20 años ininterrumpidos y le agradezco a la empresa, es un apoyo el que ellos me brindan, todo el tiempo que estudié y durante la enfermedad”, finalizó.
