Con una inversión de 40 millones de dólares, la empresa Stanley Black & Decker dio inicio a las operaciones de su fábrica inteligente en el municipio de Apodaca, en Nuevo León.
Esta planta cuenta con tecnología de Industria 4.0, que garantiza los procesos eficientes y la calidad en los productos que la compañía ofrece a sus clientes, entre los cuales destacan DeWalt y Craftsman.
La fábrica se encargará también de la producción de herramientas eléctricas, ensamble de baterías y motores, con miras a la inyección de plásticos. Para estos procesos se ayudarán del uso de datos, la automatización y las energías sustentables.
De acuerdo con Jaime Ramírez, vicepresidente ejecutivo de Black & Decker, este centro de productivo mide cinco hectáreas y es uno los más avanzados y automatizados de la compañía.
En tanto, Karen Barraza, gerente de la nueva planta manufacturera, resaltó que el estado fue la opción más sobresaliente entre los demás candidatos: “Se eligió a Nuevo León gracias a que se encuentra más cerca de América del Norte, quienes componen la base principal de nuestros clientes; además del talento de su fuerza laboral y la reputación que tienen sobre la facilidad de hacer negocios”.
La planta está ubicada en el Parque Industrial CPA. En ella, se emplearán a 250 personas para finales de este año; y se prevé que sean 2,500 al final del próximo 2021.
Finalmente, Barraza resaltó que con el fin de mejorar el desempeño de los colaboradores, les brindarán constantemente capacitaciones en nuevos procesos y tecnologías.
