Por mucho que se hable de dejar de usar el carbón como materia energética, ¿qué significa en realidad la descarbonización? La transición energética hacia una producción de energía más sostenible no se puede resolver con un simple abandono del uso de las fuentes fósiles.
En cambio, el proceso tiene que prever una eliminación gradual y gestionarlo de tal manera que asegure la estabilidad, resiliencia y eficiencia de las redes.
Es por ello que, la Cámara Mexicano-Alemana de Comercio e Industria, A.C. (Camexa) y la Sociedad Alemana para la Cooperación Internacional (GIZ) presentaron el webinar la “Descarbonización del impuesto al carbono: soluciones mediante tecnología renovable”, con el fin de darle a conocer a la industria qué es lo que se está realizando en materia de transición energética.
Innovación tecnológica
Juan Carlos Mendoza Reyes, consultor técnico en GIZ- Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable en México, declaró que el Instrumento de Precio al Carbono (IPC) es una herramienta flexible, eficaz y costo-efectiva para reducir las emisiones de gases con efecto invernadero (GEI), y busca incentivar la mitigación y la innovación tecnológica baja en carbono, internalizar el costo socio-ambiental de las emisiones y modificar los patrones de consumo y producción.
La reforma a la Ley General de Cambio Climático publicada en 2018, mandata la creación de un SCE, y la SEMARNAT fue la responsable del diseño, gestión, operación y revisión de SCE.
Entre los Instrumentos de Precio al Carbono se encuentra el Sistema de Comercio de Emisiones (SCE), el cual está basado en el principio cap-and-trade y su asignación es la compra y venta de derechos de emisión.
Energías renovables
Mientras que también se encuentra el Mercado Voluntario de Carbono, el cual consiste en proyectos de restauración/conservación ecológica, manejo de residuos, energías renovables y se basa en la comercialización de créditos de carbono (Compensación).
Las compensaciones (offsets) son reducciones de emisiones desarrolladas bajo protocolos específicos que se originan en proyectos o programas dentro de sectores que no suelen estar cubiertos por el SCE.
De igual manera, también está el Impuesto al Carbono, que se define una tasa impositiva sobre las emisiones de GEI.
Inversiones en acción climática
“En México conviven al menos cuatro instrumentos de precio al carbono en el que se enmarcan esfuerzos públicos y privados para el financiamiento de la acción climática y la mitigación de emisiones”.
Cabe destacar que, la mitigación de emisiones progresa, liderada por el sector energético, pero requiere mayor enfoque en adaptación. Especificó que el transporte con bajas emisiones de carbono lidera el crecimiento en las inversiones en acción climática, pero el sector energía mantiene su liderazgo, mientras que la eficiencia energética y la agricultura enfrenta barreras, y menos del 2% se destina a emisiones de metano.
Mitigación efectiva
Entre los retos y desafíos del establecimiento de un precio al carbono destacan: la doble contabilidad de emisiones, así como la ausencia de salvaguardas sociales y ambientales, el Greenwashing, multiplicidad de instrumentos, ausencia de adicionalidad ambiental de proyectos, equidad e impactos distributivos y trazabilidad y transparencia.
“Los instrumentos de precio al carbono son instrumentos que buscan impulsar la acción climática sin afectar la competitividad de los sectores y las empresas reguladas. Sectores altamente intensivos en emisiones como la industria energética, pueden verse favorecidos de participar al buscar dirigir inversiones en acciones de mitigación efectiva alineadas a las metas nacionales y locales de cambio climático”.