Los centros de Investigación y Desarrollo (R&D, por sus siglas en inglés), son quizá, una de las inversiones más importantes que puede hacer una compañía dedicada a la industria manufacturera.
Dicha inversión se traduce en la adquisición de conocimientos continuos para diseñar, desarrollar y mejorar los productos, servicios, tecnologías y procesos de la empresa, además de seguir siendo competitiva o mantener su estatus de liderazgo en su segmento.
En México cada vez más empresas, nacionales y extranjeras, están instalando espacios de R&D como parte del fortalecimiento de sus áreas de manufactura. Un caso es el de la firma Vitesco, que tiene en Guadalajara, Jalisco, el centro de investigación y desarrollo más grande de Vitesco Technologies en América del Norte. En éste se encuentra su unidad de ingeniería y a la vez es la sede que alberga a sus funciones centrales. Cuentan con siete laboratorios de diferentes disciplinas para el desarrollo y validación de sus productos.
Así, en este centro se desarrollan productos emblema de la compañía como sistemas de control de baterías por cable e inalámbricos, cajas de alto voltaje, inversores, controladores de motores de gasolina, diésel y GNC, convertidores CC/CC para cargadores de a bordo y unidades de control de transmisión.
Nuevas tecnologías
Alberto Romero, director de R&D e ingeniería, indicó que en su centro trabajan 300 personas y cuentan con 7 laboratorios de diferentes disciplinas de hardware, software y pruebas, que permiten desarrollar nuevas tecnologías.
“En el centro tenemos diversas aéreas de estudio y especializaciones, por ejemplo: ingeniería en electrónica, mecatrónica, mecánica, eléctrica y software embebido; así como especializaciones en microcontroladores, programación en C, Python, diseño en electrónica analógica, electrónica digital y diseño mecánico; lo que representa una gama muy completa por expertos de todo el país y el extranjero”.
Por su parte, Elías González, gerente de R&D, recalcó que Vitesco Technologies trabaja en las 4 hélices para crear un ecosistema de innovación y desarrollo: industria, academia, gobierno y sociedad.
Cooperación global
“Nosotros llevamos una relación natural con la academia para la formación de técnicos y tecnología, pero la sociedad en general es muy importante para nosotros, cambiar la cultura de sustentabilidad es algo en lo que trabajamos mucho”.
Asimismo, subrayó que sus clientes son las grandes armadoras, es decir, “todas las marcas que tienen circulando vehículos, seguramente tienen piezas electrónicas que son diseñadas y producidas por Vitesco Technologies”.
“Desde Guadalajara lideramos proyectos en todo el mundo y tenemos productos con los que estamos arriba de la proveeduría de los vehículos para hacerlos más eficientes y emitir menos gases efecto invernadero. Pero también tenemos cooperación global en proyectos con Europa y Asia”.
Hub tecnológico
La compañía alemana Bosch también es un jugador importante en el ecosistema de innovación y tecnología en Guadalajara; de las principales actividades que realizan ahí destacan desarrollo de software, ingeniería de hardware y soluciones de embebidos. Guadalajara es el centro nacional de Bosch para innovación y desarrollo de nuevos negocios.
Hoy en día, Bosch está en una tapa de transformación para convertirse de un fabricante de autopartes, a un proveedor de soluciones de movilidad, de inteligencia artificial y de Internet de las Cosas.
Durante los últimos años, la dinámica económica de México se ha ido transformado al transitar de un país eminentemente manufacturero a uno con presencia en el campo de la ingeniería y, particularmente, en el desarrollo de software.
En la actualidad, ya uno de cada diez ingenieros se relaciona con esta nueva rama profesional y cada vez más personas se sienten atraídas a este tipo de carreras.
Educación continua
Las universidades han hecho grandes esfuerzos en crear y adaptar planes de estudio que atiendan las demandas de los sectores económicos, considerando el gran reto del avance vertiginoso de la tecnología, con la correspondiente necesidad de educación continua por parte de estudiantes y egresados de las disciplinas mencionadas.
En este sentido, modelos mixtos teoría-práctica con la participación privada buscan reducir las brechas entre la oferta académica y el campo laboral.
Es así que Bosch, a través de Bosch Global Software Technologies (BGSW), con sede en Guadalajara y, a la fecha, con más de 800 ingenieros de desarrollo nutriendo su plantilla, ha equipado, en alianza con el Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI) de la Universidad de Guadalajara, un laboratorio de Software Embebido con el que los ingenieros en formación de este Centro Universitario podrán aplicar sus conocimientos y explotar su talento a través de pruebas reales que los acerquen a las experiencias que enfrentarán en el terreno profesional.
Girish Murahari, vicepresidente de BGSW, destacó la importancia de aportar herramientas a los talentos en formación: “Nuestra responsabilidad como empresa líder en tecnología es acompañar a los jóvenes talentos transfiriendo nuestra experiencia y proveyendo equipo como el del laboratorio que tenemos con la Universidad de Guadalajara. También las puertas de Bosch y BGSW están abiertas para otras experiencias de desarrollo, incluso en un futuro, formando parte de nuestro gran equipo de ingeniería”.
Fuertes lazos
Alexander Firsching, presidente de Bosch México, refrendó el compromiso de la empresa con la educación: "Desde hace más de 50 años, Bosch promueve modelos y proyectos de formación técnica en México, tanto en sus instalaciones como fuera de ellas. Asimismo, mantiene fuertes lazos con las universidades públicas para el desarrollo de los jóvenes”. El directivo destacó que la Universidad de Guadalajara tiene especial apertura para la participación de la empresa alemana en el proceso formativo de los estudiantes.
Ejemplos como los de Bosch y Vitesco son muestra de un fenómeno que, aunque no es nuevo, promete mucho crecimiento en el país, y que está cambiando el perfil del profesional de la manufactura en México, el cual está pasando de ser uno muy orientado hacia la producción, a uno enfocado en el trabajo creativo de la ingeniería de producto y procesos.
Esto responde también a un mercado cambiante, el cual exige productos hechos a la medida, amigables con el medio ambiente y de alta calidad. La inversión en centros de investigación y desarrollo será, por lo tanto, requerimiento para que las empresas se mantengan competitivas a nivel global.