Ante el fenómeno del nearshoring en México existen diversas oportunidades para que las pequeñas y medianas empresas formen parte de la línea de proveeduría de las grandes industrias de electrodomésticos; cumplir con altos estándares de calidad en productos, la adecuación a normas nacionales e internacionales, así como el desarrollo e incorporación de las nuevas tecnologías, son parte de las claves en este proceso.
La demanda por tener productos y servicios cada vez más cerca de donde se generan los procesos de manufactura son parte de las ventajas, así como las redes de logística y distribución que ya poseen los diversos estados mexicanos.
Carlos González, líder del Comité de Proveeduría del Clúster de Electrodomésticos del Estado de Nuevo León (Clelac), dijo que el reto para que las Pymes obtengan beneficios con la relocalización de empresas está en que los líderes al frente de negocios desarrollen pensamientos estratégicos, donde la infraestructura, economía o innovación se visualice como un reto y no una limitante.
Líderes de negocio
“Desde nuestra perspectiva, será una época que marque la mejor oportunidad de crecimiento en décadas para la Pyme manufacturera mexicana, pero también depende del pensamiento estratégico de los líderes de negocio, para que este despunte se ajuste al desarrollo de la industria y alcancemos un nivel tecnológico y de innovación que nos permita mantener el crecimiento y liderazgo durante mucho tiempo”.
La industria de electrodomésticos mantiene entre sus parámetros el que los proveedores tengan al menos una certificación ISO como 9001, 14001, 45001, enfocadas a la gestión de calidad, sistemas de producción seguros o evaluación de riesgos y, en este sentido, la demanda actual se enfoca hacia conseguir plásticos o hules.
Debido a la alta proporción de estos materiales que integran los diversos aparatos electrodomésticos, el estampado, troquelado, función y extrusión de metales, así como proveedores eléctricos, electrónicos, de maquinado, empaque, embalaje y suministros.
Movilidad integral
González dijo que cuando una empresa extranjera muda sus operaciones a México, el tema de la proveeduría se resuelve principalmente de dos maneras: a través de un esquema de movilidad integral que incluye la cadena de proveeduría como parte de sus líneas de calidad. “Esto es muy común con marcas de alta especialización, como Tesla en el ámbito automotriz”.
En un segundo caso, donde las industrias optan por proveedores mexicanos que se adaptan a las necesidades y demandas, siendo la fabricación de electrodomésticos uno de los mercados que más se ha centrado en compras locales. “Los nuevos inversionistas no solo buscan alianzas con los proveedores más cercanos, sino con los más eficientes, capaces de garantizar la calidad y su capacidad de entrega”, enfatizó el líder de Clelac, también director general de Hultek.
Los retos
Para las pequeñas y medianas empresas, el garantizar que los procesos de producción cumplen con normas nacionales e internacionales es apenas el primer paso para ser parte de la línea de proveeduría de compañías grandes, ya que los lineamentos apuntan a manejar herramientas tecnológicas y de innovación.
La incorporación a la industria 4.0 es indispensable, y esto representa entender la automatización de diferentes procesos y soluciones como big data, analytics y robótica.
Por otra parte, el desarrollo de nuevos profesionales con conocimiento en ello, y en los procesos de fabricación más actuales, es otro de los desafíos. “El gran reto para las empresas mexicanas de manufactura será la retención de talento y su capacidad para desarrollarlo, pues la misma llegada de empresas, la instalación de nuevas manufacturas y el crecimiento de otras implicará que el mercado laboral sea cada vez más amplio y atractivo”.
El aspecto económico también es importante para las Pymes debido a la necesidad de generar nueva infraestructura para atender la demanda en producciones o necesidades, y financiar los procesos y certificaciones que se requieren.
Al abarcar estas áreas de oportunidad, las Pymes atraerán al mejor talento y eso se convertirá en una nueva ventaja competitiva.
Ventajas y competencias
Además de fomentar el flujo económico y de desarrollo industrial en México, los principales beneficios de que las grandes industrias recurran a locales en su línea de proveeduría son los ahorros en procesos de logística, al no tener que destinar cantidades millonarias para traslados en avión o barco, a la par de reducir los esquemas de impuestos y declaraciones aduanales.
“Se trata de un ahorro no solo de dinero, sino también de tiempo, y esta es la razón más importante para el nearshoring, ganar en la fabricación, frente a la inmediatez que tienen los mercados de consumo y el desarrollo de competidores de diferentes partes del mundo”.
Por otro lado, cuando se brinda la confianza a pequeños y medianos proveedores se forman alianzas capaces gestionar con más eficiencia la cadena de suministros en territorios desconocidos para empresas recién llegadas.
“Las empresas se llevan una muy grata sorpresa al encontrarse con un talento muy desarrollado, con mucho entendimiento de nuevas soluciones, capacidad de adaptación y resiliencia; estas características no son fáciles de encontrar en otros países, por esto mismo es que la manufactura mexicana se ha sabido posicionar también a nivel mundial”, concluyó el director general de Hultek.