Dietmar Baruner, colaborador en el área de montaje de Ford Motor Company, pensó que su carrera de 30 años había terminado después de que unos problemas de salud le redujeran la movilidad en el hombro y la muñeca. Pero ahora, está poniendo toda su experiencia en una mayor cantidad de tareas gracias a su nuevo colega “Robbie”, un robot colaborador.
Robbie está diseñado para trabajar con personas con movilidad reducida o alguna discapacidad, asumiendo tareas que de otro modo les resultarían difíciles o incluso, imposibles. Tras el éxito de prueba de 18 meses, la compañía decidió quedarse con el robot de forma permanente, lo que podría llevar a la instalación de más cobots en las plantas de producción para así ampliar las oportunidades de trabajo a una mayor variedad de personas.
TRABAJANDO JUNTOS
Dietmar y Robbie trabajan juntos en la cadena de montaje de Ford en Colonia, Alemania, colocando cubiertas circulares en los motores. Dietmar le pide a so colaborador que coloque cubiertas en los soportes y las apriete firmemente en su sitio. Esta tarea de precisión requiere alinear perfectamente los agujeros para que Baruner pueda utilizar un destornillador eléctrico para fijar las cubiertas y el motor se mueva a lo largo de la línea.
El proyecto de investigación de Ford se diseñó para demostrar que las personas con problemas de movilidad o con alguna discapacidad pudieran ocupar puestos de trabajo en la industria manufacturera sin necesidad de dispositivos de protección o barreras de seguridad.
Oliver Färber, Gerente de Planta, Operaciones de Tren Motriz de Colonia, Ford Europa, mencionó que el cobot Robbie ha ayudado a demostrar la amplia cantidad de funciones que pueden desempeñar las personas con discapacidad o con movilidad reducida si se tiene cuidado en diseñar un espacio que se adapte específicamente a las necesidades del trabajador.
“Los robots colaborativos podrían ayudar a crear más puestos de trabajo, así como a extender las carreras de nuestros empleados actuales”, dijo.
El proyecto de investigación premiado contó con el apoyo de la Universidad Técnica de Aquisgrán y de Landschaftsverband Rheinland (LVR), el mayor proveedor de servicios para personas con discapacidad de Alemania, que aportó cerca de 400,000 dólares al proyecto.
Anteriormente, Ford presentó otros cobots programados para ayudar a los trabajadores en la línea de producción en procedimientos complejos, como el pulido de vehículos.