En México, el 26% de los puestos directivos están ocupados por mujeres; en Nuevo León, sólo el 20 por ciento. Con la intención de desarrollar e impulsar a las mujeres para que alcancen puestos más altos, American Chamber of Commerce of Mexico (AmCham) creó el Executive Women Development Program.
La primera edición se realizó en la Ciudad de México en 2016. Karla von Bertrab, directora de Intercam Grupo Financiero, participó como mentee en el programa; posteriormente, se integró como Consejera del Capítulo Monterrey, y hoy es Champion del programa en esta localidad.
“Con la intención de aportar un poco más como consejera, cuando nombraron a Marisa Jiménez primera mujer en ser presidenta en AmCham en Monterrey, le compartí el programa en el que había participado en la Ciudad de México. Propusimos la idea, se consultó con el comité ejecutivo y se aprobó”, recordó Karla.
Gracias a su experiencia dentro del programa y con la retroalimentación de sus compañeras, agregó nuevos detalles a la iniciativa con el fin de generar más valor y tropicalizarlo en la región.
Executive Women Development Program cuenta con tres pilares principales. El primero de ellos es la autoevaluación de la mentee para que detecte sus fortalezas y áreas de oportunidad; una vez que obtienen sus resultados, realizan una sesión de retroalimentación. "Te da mucho poder conocerte a fondo, confirmar o descurbir ciertas cosas, y te impulsa a fortalecerlas".
Paralelo a ello, se realiza un estudio de liderazgo a los mentores para emparejar sus fortalezas con las áreas a trabajar de la mentee. "Al mentor le sale natural compartir sus experiencias con quien ya detectamos que tiene áreas para crecer, tanto en la vida personal como en la laboral".
El segundo pilar se compone de cinco mentorías. En la primera sesión, se acompañan de un experto que le presenta al mentor un perfil con las características de la mentee, para guiarlo sobre cómo trabajar con ella. “La primera sesión es muy interesante porque vas acompañado para que nadie se salga de la búsqueda del objetivo. En las otras cuatro, mentor y mentee trabajan en lo particular”.
En el tercer pilar se ofrecen seis talleres:
- Redes profesionales.
- Cultura de negociación.
- Impacto de la comunicación.
- Balance vida y carrera.
- Manejo de conflictos.
- Marca personal y protocolo ejecutivo.
Luego, en la clausura, se celebra que se llevaron a cabo más de 50 horas de preparación y de compartir experiencias. “Todo eso contribuye a que las mujeres adquieran más seguridad, que refuercen áreas para trabajar y que sientan la confianza de crecer”.
Existe un último pilar no oficial, pero sí muy enriquecedor para el programa: la comunicación entre las mentees. "Se crea un lazo entre ellas al compartir experiencias. Muchas veces, expones una situación que estás viviendo y tres o cuatro compañeras ya pasaron por ella. Escuchar sus recomendaciones, lo que opinan y lo que resolvieron en su momento te ayuda a crecer en tus decisiones".
CASOS DE ÉXITO
En la primera edición del programa en Monterrey (2019), tuvieron 11 participantes; en el 2020, tres de ellas fueron promovidas en sus empresas. Todas señalaron que ahora se desempeñan con más confianza y herramientas dentro en el trabajo en el que están.
En la edición en curso, hay 23 mujeres inscritas con 23 mentores de diversos puestos directivos de las empresas más importantes de la región. Las participantes trabajan en el sector manufacturero, financiero, de auditoría, entre otros. "Alguien que trabaja en una planta en los procesos de calidad puede compartir experiencias con una financiera; es muy enriquecedor que tengan esas experiencias".
Para finalizar, Karla von Bertrab, como Champion del programa, señaló que las mujeres que participaron en la primera edición se desempeñan con mucha más seguridad en el trabajo en el que están; se sienten más valoradas y vistas por quienes reportan y sus mismos colegas.
“A veces, uno no puede modificar el entorno en el que está o la cultura organizacional, pero sí cómo se mueve dentro de ella”.
