Nacido en Reynosa, Tamaulipas, el 11 de noviembre de 1972, Jesús González Romero es el director general de la compañía Erika de Reynosa.
Ingeniero Mecánico Eléctrico de profesión y máster en Administración, Jesús González inició su vida profesional desde temprana edad.
Tenía apenas 14 años cuando empezó a trabajar en diversas áreas que implicaban para su corta edad trabajos forzosos; posteriormente, en la búsqueda de algo más estable y un futuro mejor para su hijo –que nació cuando cursaba sus estudios de bachillerato–, Jesús encontró una oportunidad en la empresa Erika de Reynosa.
La empresa apenas iniciaba operaciones en Reynosa, Tamaulipas, y tenía una vacante como guardia de seguridad. Eran finales del año 1991 cuando Jesús González ingresó a la empresa; su visión y convicción de no permanecer estancado en un solo punto lo hacían observar las diversas oportunidades de crecimiento que podían darse para su desarrollo profesional en esta compañía.
Combinando sus estudios con sus responsabilidades laborales, Jesús tomó una nueva vacante que se abría en el área de almacén; esto representaba tomar sacrificios para poder dar continuidad a sus estudios, ya que el horario de esta vacante era en el turno nocturno, aún así Jesús González decidió tomarla.
“Mi motivación fue la familia, mi hijo y, sin duda, seguir adelante”, compartió González.
Superó varios desafíos y etapas sin perder la motivación de continuar. Retos económicos y familiares que no le impidieron detenerse y poder aprovechar la oportunidad de moverse a un nuevo horario en su puesto en almacén.
“Tuve la experiencia de pisar todas las áreas de la compañía, me considero disciplinado, siempre veo un ejemplo en lo que hacen otras personas para realizarlo”, comentó.
QUERER ES PODER
Convencido de seguir adelante y de que podía hacer muchas cosas, la constancia, responsabilidad y motivación fueron clave para que Jesús llegara a donde está actualmente: ser el director general de una de las más importantes compañías del sector médico.
Con apenas dos años y medio dentro de la compañía y habiendo demostrado su capacidad y entrega, Jesús recibió el apoyo de una beca que le permitiría finalizar sus estudios y continuar abriéndose camino en una de las empresas de mayor trayectoria en la ciudad.
Jesús González desarrolló diversos sistemas de manufactura de la planta, en los que incluso modificó personalmente.
Llegó la oportunidad de ocupar una gerencia, pero nuevamente la visión de crecimiento continuaba motivando a Jesús González.
“La perseverancia y disciplina son factores importantes; querer es poder”, dijo.
Gracias a la confianza que los directivos de la empresa tenían en Jesús, lo colocaron como encargado del área de sistemas de calidad de la compañía de productos médicos donde tenía a cargo varias plantas; una de ellas era la fábrica de máquinas de Fresenius California, cargo que desempeñó administrándolas durante cuatro años.
“Doy gracias por la confianza que he tenido de mis jefes porque me ha ayudado mucho a crecer y aprender diversas culturas que han contribuido en tener una perspectiva y pensamiento diferente”, mencionó.
PERSEVERANCIA Y DISCIPLINA
Para Jesús González es importante tener la visión clara de lo que se quiere ser, perseguirla y no dejarse derrotar.
En su carrera hubo varias trabas, pero eso no le hizo quedarse en su zona de confort, pues él tenía muy claro en mente ser el colaborador principal de la empresa. Si bien llevó tiempo, logró el objetivo.
Sin duda, la visión clara de lo que quería, el ser proactivo y tener metas muy bien dfinidas, además de las estrategias idóneas que tomaría para conseguir su objetivo lo colocan hoy como un “Hombre de Éxito en la Industria”.
“Son 28 años en la empresa, y tengo la cammiseta muy bien puesta; además que el ambiente de trabajo es sano”, destacó.
UN SER HUMANO DE ÉXITO
La humildad es parte importante para lograr los objetivos. Jesús González compartió lo que para él es necesario para alcanzar el éxito; habilidades esenciales para los jóvenes que como él forman parte de este sector manufacturero y desean alcanzar los más altos peldaños dentro de una compañía de renombre.
Para empezar, mencionó que es importante tener claro hacia dónde se desea progresar: “Una habilidad es planear paso a paso el progreso, habilidad de reconocer cuando se tienen errores; aquí la destreza es aprender del error, corregirse y volverse a levantar”.
También, resaltó que es importante salir de la zona de confort, pues todo es difícil más no imposible.
Agregó que una virtud clave es la disciplina en horarios, en responsbilidades y deberes, en los estudios: “Una disciplina que permite los logros, y una disciplina que sí se recompensa”.
Para finalizar, volvió a recordar que la humildad es clave, porque no se ganan buenos amigos cuando una persona no es humilde; al contrario, se ganan obstáculos que se van a poner en la vida.
“Estoy agradecido con la empresa, aquí hay crecimiento y seguimos creciendo en nuestra gente”, expresó el director general de la compañía Erika de Reynosa.