Como antecedente, en la primera Revolución
Industrial se dio la invención de máquinas, en particular la máquina de vapor,
posteriormente en la segunda Revolución Industrial pasar a la producción en
escala y desarrollo de la electricidad, en la tercera la automatización, la
invención de la computadora e internet. Ahora en esta Cuarta Revolución, de
acuerdo al escritor Klaus Schwab, se caracteriza por la conexión de las
plataformas globales de manera íntima al mundo físico, siendo esta rentable y
disruptiva.
La Cuarta Revolución Industrial tiene por particularidad: el internet de las cosas, big data y análisis de datos, computación en la nube, realidad aumentada, robótica, entre otros elementos; los cuales han apoyado a que no tengamos cambios, sino que vivíamos constantemente en ellos, por la rapidez en la que estos son creados e incorporados. Solo basta mirar hacia atrás para comparar y darse cuenta el tiempo que la electricidad tomó para formar parte indispensables de nuestra sociedad y ahora la telefonía celular, en particular los teléfonos inteligentes.
Conociendo lo anterior, ¿Cuál es el principal reto como país para incorporarnos a la nueva Revolución Industrial o Industria 4.0?
En México, al igual que en otros países en desarrollo, nos encontramos con el dilema de incursión a esta Revolución Industrial 4.0, ya que la mano de obra competitiva con la que contamos, tiene un costo bajo y en ciertas zonas ha estado supliendo mejoras tecnológicas en las empresas por el costo beneficio que representan.
La ventaja en la mano de obra calificada a bajo
costo es temporal y, cada empresa debe de investigar y conocer los avances
tecnológicos en su ramo para poder aplicarlos en la escala factible de acuerdo
a su tamaño y necesidades, pero es imperante iniciar y permanecer en la
innovación y desarrollo, reinventándonos continuamente con un plan que a largo
plazo genere beneficios para todos los colaboradores y accionistas de cada
empresa.