Responsabilizar a los millenials en el ámbito laboral actual se ha convertido en un tema recurrente para justificar la alta rotación de personal en las organizaciones.
Sin embargo, los millenials solo es uno de los cuatro grupos multigeneracionales que actualmente convergen en las empresas, y está provocando un desequilibrio en entendimiento al momento de interactuar personal de distintas edades.
Para ello, es importante girar la vista a su personal e identificar a qué generación pertenecen:
Baby boomers: (1945-1964): los guían el orden y estructura, son conservadores y siguen reglas.
Generación X: (1965-1980): están orientados hacia el logro y las metas.
Generación Y o Millenials: (1981- 1994): buscan de la socialización y el disfrute. Necesitan ser reconocidos.
Generación Z Centinellians: (1995-2010): quieren contribuir con la sociedad, buscan la movilidad.
Una vez identificado, es vital analizar los roles que juegan dentro de la empresa, ¿qué buscan al ser parte de una empresa? porque el valor que regía a los Baby Boomers o Generación X, no es el mismo que mueve a un Millenials o un Centinellians. Para un Baby Boomers le resulta difícil creer que un Millenials no le de la misma importancia a tener una casa o un coche, cuando en su cabeza tiene registrado que eso es símbolo de status, de progreso, de seguridad, pero a los Millenials les mueven las experiencias de vida, que los hagan sentir feliz. No tanto poseer.
A diario entrevisto candidatos para distintos puestos, giros industriales y evidentemente profesiones. Entre muchas preguntas, siempre hago dos: ¿Qué le ha aprendido a sus jefes o exjefes, que replicaría? ¿Y qué no harías que sus jefes han hecho? Las respuestas son variables, pero la constante en lo que a la primera pregunta se refiere es: liderazgo, pasión por sus trabajos, congruencia, honestidad, claridad en los objetivos y reconocimiento a los colaboradores. En tanto, para la segunda pregunta, la media es: falta de confianza en el líder, falta de coaching y retroalimentación, faltas de respeto a los colaboradores, no involucrarse con el personal, cambio constante en las tareas asignadas, comprometerse con tareas irrealizables en los tiempos que compromete, falta de liderazgo y ausencia de motivación y reconocimiento.
Por lo que sugiero que antes de juzgar al millenial, evaluemos si nosotros como líderes estamos haciendo bien nuestra tarea y realmente cumplimos al guiar a una generación, que sí quiere y le gusta trabajar, pero quiere un líder congruente. Que si bien, da valor a un sueldo y prestaciones percibidas, le resultan también atractivos otros componentes del salario emocional.
De acuerdo a la consultoría ManPower: la tendencia en el mercado laboral para el 2020 será ocupada en un 6% por los Baby boomers, Generación X en un 35%, Millenials 35% y Centinellians en un 24 por ciento.
¿Estamos preparando correctamente a los Millenials y nuevas generaciones, para dejarles el timón del barco laboral?
Lo que yo sugiero es conocer e integrar las fortalezas de cada generación y sumar para trabajar sobre los objetivos conjuntos de la empresa.
