La palabra “nearshoring” ha estado en boca de todos, emocionando a analistas y gobierno por igual, pues supone la construcción de parques industriales que generan empleos durante su creación, propician la llegada de empresas extranjeras dispuestas a invertir dinero en el país y, como consecuencia, impulsan el desarrollo de las comunidades y sus habitantes.
De acuerdo a estimaciones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), las oportunidades de nearshoring en el mediano plazo para LATAM alcanzarán los 78,000 millones de dólares en nuevas exportaciones de productos y servicios, dónde México estaría llevándose 35,000 millones de dólares. De ser así, nuestro país se perfila a consolidarse como uno de los mayores beneficiarios de este fenómeno en la región.
El caso que más atención mediática recibió fue la instalación de una planta de Tesla en México. Esta noticia propició la competencia entre varios estados del país como Hidalgo, Estado de México y Veracruz, para que al final Nuevo León resultara como el albergante de dicha gigafábrica.
De acuerdo con Jonathan Pomerantz, director comercial de Meor, esta competencia era de esperarse. Ya que la construcción de un parque industrial genera ventajas, que varían en relación al tamaño y especificaciones propias del proyecto. Solo en las fases donde convergen los trabajos civiles, pisos, muros, estructura, acabados e instalaciones, se puede llegar a tener hasta más de 100 trabajadores en la obra.
Meor con su línea HubSpark, un conjunto de naves industriales AAA que cumplen con las mejores especificaciones del mercado para albergar a empresas de logística o manufactura, ha detonado el crecimiento y plusvalía de las zonas donde se establece, principalmente con el desarrollo de infraestructura eléctrica, hidráulica y sanitaria de las comunidades.
El director también sostiene que, con la construcción de parques industriales, se consolidan las vialidades de la zona y se mejoran factores de seguridad y equipamiento como mobiliario urbano, semaforización, donación de áreas verdes para recreación etc.
“Una obra dura, en promedio, tres años. Aproximadamente 10 meses por etapa. Sin embargo, depende de la continuidad de la constructora, así como de contratiempos a los que se pudiera enfrentar. Es poco tiempo considerando que se trata de proyectos que traen empleos formales de larga duración y que, además, detonan otros desarrollos que en conjunto pueden convertir una región desértica en un centro de alto potencial industrial”, comentó.
Por ejemplo, durante 2022, Meor construyó dos parques industriales (Hubs Park Monterrey y Hubs Park Tijuana) y con ello generó 2,000 empleos directos y 3,700 empleos indirectos, con la construcción de un total de 60,000 m2.
Para lograr estos cambios, los desarrolladores deben hacer mancuerna con el gobierno que también contribuye al proyecto, pues proporciona infraestructura, así como energía eléctrica suficiente para poder crear un parque industrial competitivo.
El cuidado del agua
Los desarrolladores pueden implementar una serie de medidas para disminuir el consumo de agua en los parques industriales. De acuerdo al director comercial de Meor, entre estas medidas se encuentran:
- La instalación de muebles sanitarios eficientes que ahorran, al menos, 20% de agua.
- Tinas de captación y sistemas de filtración: en cuanto al agua de lluvia, al momento de construir se altera el proceso de captación y filtración de agua hacia los mantos freáticos, ya que el concreto no es permeable; por esta razón, se diseñan canales que conducen el agua de lluvia hasta unas tinas de captación, las cuales fueron previamente diseñadas conforme a la superficie y cantidad de lluvia de la zona. Al interior de estas tinas, se construyen pozos de filtración con base en un estudio del suelo, el cual nos da como resultado la profundidad en donde el agua puede filtrarse nuevamente y abastecer los mantos freáticos.
- Plantas de tratamiento: en algunas ocasiones, los desarrolladores pueden incluir plantas de tratamiento de agua en sus obras. En el caso de Meor, sus principales arrendadores son firmas de manufactura donde el uso del agua es de bajo impacto, principalmente de carácter sanitario para uso de empleados, donde el promedio de demanda de agua en la instalación es diseñado para entre 2 y 3 lts x segundo
Contaminación y demanda de energía eléctrica
Para el tema de la electricidad, Meor también implementa tecnología avanzada, cuidando de cerca los equipos y componentes que utilizan y vigilándolos desde su fabricación hasta su funcionamiento. Por ejemplo, no permite el uso de materiales, químicos o aceites contaminantes, ya que en caso de algún incidente, el suelo puede quedar contaminado y eso tendría severas consecuencias para la comunidad y el proyecto.
En cuanto al ahorro de energía, en los desarrollos de Meor sólo se instalan lámparas led, lo que permite un ahorro de más del 20%. Esta cifra puede ser mucho mayor si se implementan soluciones muy sencillas, como sensores de movimiento para utilizar el alumbrado solo cuando sea necesario o colocar fotoceldas que alimentan las lámparas durante el día para permitir su encendido durante la noche.
Uno de los objetivos de Meor es continuar su crecimiento anual a doble dígito, mismo que llevan alcanzando desde 2019. Además, las obras que están llevando a cabo en la frontera generarán 5,000 empleos directos y 7,700 indirectos aproximadamente, se invertirán al menos 2,500 millones de pesos, con lo cual se mejorará la calidad de vida de los trabajadores y de las zonas aledañas a la construcción.