La mala elección de carrera, derivada del poco autoconocimiento de las personas, genera, entre otras consecuencias, altos niveles de rotación en las plantillas laborales de diversas compañías.
Esto se ha vuelto un problema para muchas empresas y sectores productivos, quienes deben invertir en constantes capacitaciones de nuevos reclutas y en procesos de adquisición de capital humano.
Por ello, Renata Rueda, coordinadora de Atracción de Talento en Nestlé, ofreció consejos a jóvenes estudiantes del Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (Conalep) para hacer una correcta elección de carrera y diferenciar una profesión de una vocación.
En primera instancia, la especialista en recursos humanos instó a los jóvenes a conocer su tipo de personalidad. Ofreció cuatro ejemplos de estas: analistas, diplomáticas, centinelas y exploradores.
“Es importante saber cuál es su personalidad para que puedan identificar cuál es el rol que ustedes ejecutan y cómo están interactuando actualmente en el contexto en donde se desempeñan”, explicó Rueda.
Dijo, por ejemplo, que las personas con un perfil de explorador, son más espontáneas, flexibles, abiertas a nuevas experiencias, usualmente toman riesgos y son más energéticas o entusiastas.
Luego de tener mayor certeza sobre la personalidad, los instó a identificar y evaluar sus competencias, las cuales pueden advertirse a partir de los conocimientos, habilidades y actitudes que tengan.
“Es importante saber cuáles son nuestras fortalezas y cuáles nuestras áreas de oportunidad. Las fortalezas son todas aquellas cosas que nos dan ventajas para alcanzar nuestros objetivos, en qué soy bueno. […] Las áreas de oportunidad son las cosas que tengo que potencializar o mejorar para alcanzar los objetivos que me planteo”, añadió la experta.
ELECCIÓN
El conocimiento de sí mismos permite a los seres humanos varias ventajas en el aspecto profesional. Construir un plan de vida y carrera, tomar decisiones más acertadas, crear relaciones constructivas, sobreponerse a los desafíos y el continuo aprendizaje, entre las ventajas enumeradas por la coordinadora.
Asimismo, el conocimiento propio permitirá identificar algunos aspectos que pueden dar pie al desarrollo de una profesión, aunque habrá otros, en los que incluso haya pasión por lo que se hace, que no siempre tendrán reciprocidad económica.
“Lo que amas, quizá no es lo que el mundo necesita. Lo que tú amas y lo que sabes hacer es tu pasión. […] Qué pasa cuando te pagan por hacer lo que amas, esa es una profesión; pero qué pasa si me pagan y el mundo lo necesita, eso es una vocación; y qué pasa cuando lo que más amas es lo que el mundo necesita, es una misión”, explicó.
Para ejemplificar lo anterior, expuso su propio ejemplo que enumeró de la siguiente manera:
Pasión: tocar guitarra
Profesión: la atracción de talento
Vocación: voluntariado
Misión: filantropía
“Es muy importante, para tomar las decisiones en el futuro, que conozcan esto, qué es lo que está buscando el mundo, dónde se pueden dedicar de forma laboral, que no pierdan sus pasiones y tampoco pierdan de vista lo que el mundo necesita y lo que ustedes aman”, reflexionó.
