México se está quedando atrás en la implementación de tecnologías de industria 4.0 en las cadenas de producción, como por ejemplo, la manufactura aditiva o impresión 3D.
A diferencia de empresas alrededor del mundo como Volkswagen y General Electric, que ambas tienen más de 25 años utilizándola, o BMW, que desde hace dos décadas hace uso de esta, el país se encuentra muy lejos de ir a la par, advirtió Omar López, director general de la Asociación Mexicana de Manufactura Aditiva y 3D (AMMA3D).
Por ejemplo, GE Aviation comenzó el viaje de la manufactura aditiva con una parte: la boquilla de combustible LEAP. Un equipo de ingenieros se propuso mejorar drásticamente la eficiencia del motor y la boquilla de combustible jugó un papel significativo en el proceso, tan es así que hoy la boquilla de combustible LEAP impulsa aviones que transportan a millones de pasajeros alrededor del mundo. Además de que, a partir de ello, GE Aviation ha impulsado la manufactura aditiva en el desarrollo de motores, como el GE9X que contienen casi 300 piezas fabricadas por manufactura aditiva.
“En México, esto ha sido un boom en los últimos 10 años (tomo de referencia este tiempo porque es lo más evidente), pero desde hace 15 años que se introdujo por empresas que han apostado a estas tecnologías. La adopción de la tecnología ha sido lenta, muy lenta”, comentó.
Beneficios de la impresión 3D
Entre los beneficios que arroja la manufactura aditiva a aquellas empresas que la adoptan es que tienen una mayor flexibilidad para atender nuevos negocios, en lo que refiere a lotes pequeños.
“Uno de los grandes beneficios que tiene la manufactura aditiva es que les permite a las empresas dar respuestas rápidas, porque en el ciclo de diseño desde la conceptualización, diseño y validación de los prototipos o productos finales el tiempo se reduce de meses a días”, añadió.
Por ejemplo, algunas empresas automotrices y aeroespaciales fabrican piezas bajo demanda.
En el caso de México, la manufactura aditiva se está enfocando a la fabricación de herramentales, donde se puede dar una respuesta rápida, así como cambios en los mismos para fabricar los productos, además de jigs y fixtures ante la problemática que existe en diversas industrias.
“En México esto ha sido un boom en los últimos 10 años. En lugar de enfocarnos en el diseño del producto final, aquí se fabrica el producto, pero alrededor de otro producto, como por ejemplo una turbina. En este aspecto es donde entra la manufactura aditiva, creando nuevas oportunidades en estas industrias que las están adaptando”, consideró.
En el caso de los materiales que se utilizan en la manufactura aditiva, añadió Sebastián Romo, managing partner de Skala Ventures, estos ya resisten temperatura, fricción, mecánica, es decir, es como si se inyectara una pieza en cualquier plástico o resina tradicional.
Esto lleva a diversos beneficios, entre ellos la flexibilidad, pues permite tener un esquema de manufactura versátil y desarrollar productos personalizados, como es en las áreas de salud, que utilizan la manufactura aditiva para hacer prótesis y tratamientos específicos para pacientes, dijo Romo.
López añadió que este beneficio también crea nuevas oportunidades y también nuevos modelos de negocios que las empresas pueden explorar con la adopción de tecnología.
Otro beneficio es el ahorro de costos, enlistó Romo, dado que para la producción de 200 o hasta 10,000 piezas es más económico a través de este método, a diferencia de recurrir a los moldes que implican todo un proceso más complejo para su producción.
Además, comentó López, está la facilidad de fabricación de geometrías complejas, optimización de estructuras (desde mecánico, térmico o de flujo para algunas aplicaciones de intercambiadores de calor, entre otros que se utilizan en la industria), ahorros, un menor desperdicio, lo que genera un ciclo de vida más verde y genera una menor cantidad de emisiones de carbono, y el proceso de diseño se acelera.
Por ejemplo, en el caso de la industria aeroespacial, el uso de manufactura aditiva ha derivado en un menor peso, lo que genera un mayor ahorro de combustible. O bien, para aquellas empresas que están buscando ser socialmente responsables, al adoptar este tipo de tecnologías dentro de sus líneas de producción, están “poniendo su granito de arena”.
Previamente, Oliver Wyman estimó en su documento “Will 3D printing ‘vaporize’ the supply chain?”, que el mercado de la impresión 3D alcance en el 2030 un valor de 400,000 millones de dólares.
Los tabúes de la tecnología
“Hoy en día sigo escuchando en la industria: ‘es que la tecnología no sirve para productos finales’, ‘es que la tecnología nada más es de prueba’, ‘es que la tecnología es nada más para crear juguetes’, ‘es que la tecnología no tiene las propiedades finales que yo busco’. Y están equivocados; es una falta de información”, manifestó López.
La industria no tiene un dato certero de cómo se va a ver beneficiada por la tecnología, por lo que AMMA3D busca romper con estos tabúes para que esta comience a adoptarla de una manera más eficiente.
Para Romo es importante entender el mundo del 3D, por lo que recomendó a las empresas que necesitan este tipo de impresión aliarse con un proveedor o bien comenzar a desarrollar el know how e ir justificando parte de su operación con impresión 3D, algo que se ha observado en los últimos años.
“Hoy existe poca educación a lo largo de la industria en la producción de 3D, por lo que cada vez es mayor la necesidad de que los ingenieros conozcan y aprendan más, pero poco a poco se observa una mayor madurez en la tecnología en México”, concluyó.
