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Industria manufacturera, motor en NL

Alejandra Oropeza.
Julio 01, 2020

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El sector industrial enfrenta varios desafíos, como la creación de una nueva cultura de trabajo seguro y la implementación del T-MEC; sin embargo, también se vislumbran nuevas oportunidades Nuevo León siempre ha sido un punto de referencia para México y Latinoamérica, y seguirá siendo el lugar más competitivo para manufacturar y exportar a Estados Unidos y Canadá, de acuerdo con Cecilia Carrillo, directora general de index en la entidad. “Nuestro estado siempre sale adelante y pone el ejemplo sobre la manera de hacer las cosas ante la adversidad. Esto lo notan las empresas y la sociedad en general”, destacó. Actualmente, la industria mexicana enfrenta distintos retos derivados, principalmente, por la contingencia de salud por el Covid-19 y la entrada en vigor del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Sin embargo, este sector no solo es uno de los principales impulsores de la economía, también es uno de los más robustos y con mayores fortalezas, características que le permitirán aprovechar las nuevas oportunidades. Las empresas con el programa de fomento a la Industria Manufacturera, Maquiladora y de Servicios de Exportación (IMMEX) son uno de los motores económicos más importantes de México: representan el 55% de las exportaciones totales de México y el 60% de las manufactureras, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) del 2019. Es una industria que trae divisas y derrama económica multiplicadora al país. Las empresas IMMEX generan más de 3 millones de empleos directos, representan el 17% del empleo permanente en el IMSS y el 65% del empleo permanente IMSS en la industria de transformación. “Nuestra industria paga más del 25% que el sector no exportador y da 50% más de prestaciones a sus trabajadores. Además, las empresas con programa IMMEX generan más de 7.5 millones de empleos indirectos”, destacó Cecilia Carrillo, directora general de index en Nuevo León. FORTALEZAS Los tres sectores más importantes –por valor de exportaciones– en Nuevo León son el de fabricación de equipo de transporte, fabricación de equipo de generación eléctrica y fabricación de equipo electrónico. Al mes de marzo, el Inegi reportó que en Nuevo León había 770 establecimientos con programa IMMEX: 648 manufactureros y 122 no manufactureros. En ese mismo mes, en Nuevo León se registraron 294,791 personas laborando en establecimientos con programa IMMEX: 18,229 empleados en empresas no manufactureras y 276,562 en establecimientos de manufactura. Lo que representa el 17.86% del trabajo total registrado ante el IMSS en Nuevo León. En 2019, la actividad económica de Nuevo León mostró un incremento de 1.9% con respecto del año anterior, según el Indicador Trimestral de Actividad Económica que publica el Inegi. La industria manufacturera tuvo la mayor contribución al crecimiento en la actividad económica estatal, con el 0.8 por ciento. Asimismo, el sector manufacturero en Nuevo León se ha caracterizado por ser punta de lanza en industria 4.0, en donde muchas empresas han realizado inversiones importantes para tomar ventaja de estas tecnologías. Las empresas buscan ser más competitivas, por lo que constantemente están midiendo sus utilidades, productividad, calidad y seguridad. “Ahora el tema de seguridad tomará mayor relevancia, no solo en los sistemas e información que generan las empresas, sino lo que podría hacerse a través de estas tecnologías para cuidar la salud de sus empleados al igual que reducir el número de personas y aumentar la distancia entre ellas en el área producción”, consideró Carrillo. RETOS Y OPORTUNIDADES La directora de index Nuevo León comentó que las empresas manufactureras de exportación deben poner principal atención a la salud de su personal, los cambios que deben hacer para cumplir con el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y las responsabilidades derivadas de su programa IMMEX. Uno de los retos más importantes de la industria es la entrada en vigor del T-MEC. A partir de ahí, a decir de Cecilia Carrillo, se derivan varias acciones que las empresas que tendrán que aplicar y cambios a los que se deben adecuar. “Dentro de los cambios está el capítulo 23 que refiere los aspectos laborales, que causa una especial preocupación a los empresarios. Este apartado habla de la resolución de controversias a través de un panel de expertos y agregados laborales, así como de sanciones que van desde la suspensión del tratamiento arancelario preferencial, penalizaciones a las mercancías afectadas y hasta la prohibición de exportación en caso de reincidencia”, refirió. También, consideró que la entrada en vigor del T-MEC atraerá inversiones de países asiáticos y quienes desean no solo estar cerca de su mercado meta, sino incrementar el contenido local que se debe cumplir para poder beneficiarse de las cláusulas del tratado. De acuerdo con Andrés Gavenda, subdirector de Servicios de Asesoría de Transacciones en EY, las organizaciones deberán adaptarse al nuevo entorno empresarial y transformarse para sobrevivir. En el artículo “¿Cómo asumirán las empresas el reto de volver a la nueva normalidad?”, dio a conocer que a medida que los países levantan poco a poco las restricciones de movilidad y reactivan la actividad económica, las empresas deben prepararse y adaptar su modelo operativo de cara al futuro, implementando nuevos protocolos y utilizando la tecnología como su mayor aliado. Para ello, explicó que se debe desarrollar un plan que permita volver a la normalidad, implementando políticas y prácticas que garanticen la seguridad de los empleados y clientes. Asimismo, es necesario asegurar la capacidad operativa bajo un modelo de trabajo integral, centrado en la continuidad de las operaciones, integrando los procesos con tecnología y teniendo en cuenta la infraestructura y las personas. La directora de index Nuevo León refirió que a las empresas manufactureras –y otro tipo de compañías– les preocupa la suspensión y arranques de operaciones que se puedan dar por la situación de la pandemia del coronavirus. “Es difícil trabajar y cumplir metas en época de turbulencia e incertidumbre. Las empresas manufactureras de exportación no pueden parar y abrir operaciones de un día para otro, por lo que requieren información clara y oportuna para tomar las decisiones que necesitan para no afectar su producción, calidad y entregas. Los retrasos les pueden causar multas y sanciones con sus clientes”, destacó. Por lo anterior, refirió que ahora las empresas tendrán un plan B, C y D: “El coronavirus les dejó de aprendizaje que deben analizar sus procesos y producción para quizá aumentar la capacidad en su inventario y enfrentar retrasos o paros de proveedores, incluir planes de manufactura más flexibles y trabajar con el personal indispensable”. Mencionó que ampliarán su rol de empresas responsables y tomarán acciones para influir directamente en la salud de sus trabajadores y sus familias, con programas de alimentación, ejercicio y buenos hábitos para elevar su calidad de vida y evitar enfermedades. Para Cecilia Carrillo, las empresas globales están haciendo análisis de sus cadenas productivas, por lo que se podría ver cómo crecen compañías de un mismo sector en ciertos países o regiones. “La pandemia demostró que la esencialidad de las empresas depende del criterio de los gobernantes, los cuales pueden ser diferentes a los de otros estados o países”. Agregó que las empresas serias y formales necesitan certidumbre jurídica para estar seguros de sus inversiones. Además, consideró que otro de los desafíos está en el trabajo a distancia: “Muchas empresas descubrieron que la modalidad de trabajo en casa es factible para su modelo de negocio. Sin embargo, este debe ser considerado dentro de la Ley de Trabajo”. Añadió que trabajar desde casa tiene sus retos y complicaciones, dijo que “así como existen diferentes perfiles para los puestos de trabajo, no todas las tareas se pueden realizar en casa. Muchos tenemos que trasladarnos a nuestro centro de trabajo para cumplir nuestra jornada laboral. La manufactura es un claro ejemplo de ello, porque se necesita un grupo de personas coordinado para ensamblar algún producto o correr cierto proceso productivo de inyección de plástico, estampado metálico o fundición”. Por ello, aseveró que un cambio cultural importante en la planilla laboral de toda empresa es el cuidado de la salud personal. Si bien, muchas compañías nacionales e internacionales tienen estándares y protocolos altos, ahora se integra un componente nuevo que es el uso diario y continuo del equipo de protección personal para prevenir enfermedades respiratorias como el Covid-19, así como también la vigilancia y cuidado de la salud individual para no tener padecimientos de obesidad, hipertensión o diabetes que hacen a las personas vulnerables ante cualquier enfermedad. Al respecto, Álvaro García Parga, director del Comité Laboral Nacional de index, dio a conocer cómo será adaptarse a la “Nueva Cultura de Trabajo Seguro”. Comentó que desde que se publicó en marzo del 2020 la orden de suspensión de actividades no esenciales, muchos sectores tuvieron que parar sus operaciones y, en ese momento, se adoptaron una serie de medidas. Una vez que las autoridades mexicanas publicaron los lineamientos para el retorno laboral, estos sirvieron de referencia. Explicó que con el paso de las semanas se ha tenido un periodo de aprendizaje en el tema de las condiciones de trabajo para un regreso seguro. “Este es el reto que se tiene: crear la cultura laboral con base en los actos, comportamientos, hábitos, y cómo es que se pone en práctica lo que está escrito en un protocolo o lineamiento”, concluyó.

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