Industria 4.0 en muchas
organizaciones se ha hecho una estrategia global ampliando las posibilidades de
la digitalización de los procesos, con la conjunción de diversas tecnologías,
buscando ser más flexibles, eficientes, receptivas e interconectadas, así como
con la habilidad de tomar decisiones informados en tiempo real. Lo más atractivo
de esta revolución es buscar mejorar la productividad visualizando la
excelencia operativa y la maximización de la utilidad. Se aproxima que
alrededor de un 20% de productividad se podría llegar a incrementar, número
sumamente atractivo.
I4.0 nos brinda aparentemente oportunidades
ilimitadas y muy diversas opciones a inversión tecnológica, sin embargo, muchas
empresas no tienen claro, que tecnología es la adecuada, en donde deberían de
enfocar sus recursos, inclusive para que quieren utilizar la tecnología; y es
que I4.0 no es comprar tecnología y dejarla funcionar, al contrario, es un
profundo cambio organizacional en donde el primer considerado tiene que ser el
colaborador ya que fundamentalmente es un cambio de una forma de pensar, y
caeríamos en un error si no consideramos los retos de talento, modelos de negocio, estrategia,
organigrama, etc.
De acuerdo a una encuesta realizada
por Deloitte, a 361 ejecutivos en 11 países, en la cual buscan entender como
las empresas (manufactura, energía, petróleo y gas, y mineras), invierten en
I4.0.
En la encuesta se puede ver gran
entusiasmo y planes ambiciosos, pero también desconexiones entre planes y
acciones de las empresas, es muy llamativo que se pueden encontrar paradojas en
diversas ramas, por ejemplo; Talento, cadena de suministro, innovación,
estrategia…
Hablaremos de la paradoja de
innovación por su particular comportamiento.
Es una realidad que para las
empresas la digitalización está impulsada en mayor medida buscando el aumento
de productividad y objetivos operativos, esencialmente. Esto nos lleva a
aplicar diferentes tecnologías a hacer lo mismo, pero de una manera digital, al
menos en el corto plazo (hoy), en lugar de buscar oportunidades verdaderamente
transformadoras que no se deben descartar. La paradoja llega cuando nos damos
cuenta que organizaciones impulsadas por un mayor deseo de innovación y enfoque
en estrategia interna reportaron un retorno de inversión igualmente positivo.
Esto nos
lleva a reflexionar:
1. Si las empresas están realmente seguras
del cómo, de que tecnologías aplicar y de contar el talento adecuado, no solo
para la implementación de tecnología si no para identificar las oportunidades
de mejora y negocio, para estar en el camino correcto.
2. Si no está siendo un tema de moda en
las empresas y querer aplicar la tecnología porque sus clientes piden que la
tengan y los clientes las quieren porque todo el mundo las quiere, en lugar de
realmente necesitarlas.
3. Tener claros los objetivos a
alcanzar aplicando las tecnologías.