El Centro de Capacitación en Ingeniería de Materiales (CCIM), que pertenece a la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, lleva 20 años de servicio y surgió a raíz de la cooperación con el gobierno de Japón, a través de la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA).
Por ello, dentro de los retos y metas que tienen proyectados para el 2021, Mitsuo Osvaldo Ramos Azpeitia, responsable del CCIM, resaltó que van a trabajar para consolidarlo como un sitio tecnológico que pueda impactar en la industria metalmecánica en el estado.
El lugar ofrece dos funciones:
- Servicio interno a la universidad, ya que es un centro que apoya a diferentes facultades, y a otras áreas académicas, desarrollo de actividades de divulgación, semanas de la ciencia, entre otras.
- Servicio externo a la industria para poder brindarles programas específicos y especializados en materia de fundición, tienen capacidad de evaluar diferentes tipos de materiales y desarrollo de aleaciones.
El CCIM se divide en varias secciones como son pruebas mecánicas, maquinados, fundición, evaluación de piezas terminadas y taller de microfundición.
Además, en el taller de microfundición manejan materiales a escalas mínimas, como joyería, y el especialista destacó que están por abrir el nuevo laboratorio de simulación de procesos, con el que se busca incorporar equipo de cómputo y software especializado que realice simulaciones de diferentes procesos tales como solidificación, tratamiento térmico, termodinámica, entre otros.
“De hecho en esta área, acabamos de adquirir un horno de inducción para fundir 10 kilos de acero. Creo que somos de las pocas entidades académicas en la entidad que cuentan con este tipo de equipo, con la posibilidad de hacer investigaciones y desarrollo tecnológico; este horno está próximo a iniciar procesos de arranque”, mencionó Ramos Azpeitia.
En la de evaluación de piezas terminadas, el encargado señaló que una de las técnicas que utilizan es la de radiación a través de rayos X, es un equipo altamente costoso y complicado, por lo que cuentan con un técnico especializado para la operación del mismo y permite evaluar desde pequeñas piezas de función hasta las más grandes.