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Las tendencias en cada campo de la industria, si bien se desarrollan con miras a la incorporación y convivencia total con la tecnología, prescindir completamente de la participación humana no es una opción, y quienes colaboran de ella, para poder lograrlo de manera óptima, precisan garantías de salud que contribuyan al desempeño deseado, comentó Víctor Rodríguez, ingeniero en electrónica y comunicaciones especialista en proyectos de manufactura.
A partir de la entrada en vigor de la NOM-035 o ley contra el estrés laboral, que busca identificar, analizar y prevenir los factores de riesgo psicosocial para un trabajador, así como promover un entorno organizacional favorable, el número de empresas que se ocupan de proveer soluciones de esta índole se ha ido incrementando.
“Desde la NOM-035 y dada la situación global que se transita: home office obligado, trabajo expuesto a agentes inusuales -convivencia familiar constante durante la jornada-, incertidumbre y las consecuencias futuras de cómo serán muchos trabajos que no regresarán a la oficina, las compañías ofrecen servicios que ayudan a solventar el desgaste que todo esto representa”, agregó el ingeniero Rodríguez.
Entre estos servicios, destacó la línea telefónica para asistencia psicológica, seminarios sobre inteligencia emocional, encuestas sobre ambiente laboral, buzón de quejas, asesoría sobre póliza de seguro, contratación de personal exclusivo para mejoras del ambiente organizacional, identificar trabajadores que hayan sufrido episodios traumáticos, entre otros.
Para detectar y evitar factores de riesgo ergonómico y lesiones físicas, la industria se conduce dentro del marco de la NOM-036-1-STPS-2018 y se apoya enteramente en la implementación tecnológica con miras a la realización de todos sus procesos.
“Esta ley indica recomendaciones de seguridad industrial, determina instalaciones y habilitación de espacios para beneficiar funciones y disminuir margen de accidentes”, concluyó.
