Comprometidos con el objetivo de prevenir posibles adicciones, pandillerismo y deserción escolar en zonas vulnerables de la ciudad, la Fundación del Empresariado Chihuahuense A.C. (Fechac) se ha dado a la tarea de apoyar los esfuerzos y proyectos impulsados por la Asociación Civil Desarrollo Juvenil del NORTE (DJN).
El compromiso que asumen ambas instituciones es el de mejorar la vida de los más necesitados.
El vehículo para lograr este cambio son actividades artísticas, deportivas y académicas, basadas en valores familiares. Dichas acciones se realizan en tres oratorios que fungen como refugios para la población de estos sectores: Don Bosco, Domingo Savia y Lupita, ubicados en zonas vulnerables de Ciudad Juárez. Cabe resaltar que esta labor es cofinanciada por la Fechac.
“Desde hace más de dos años mis hijas vienen por las tardes al Oratorio Lupita; me gusta que vengan, y a ellas les encanta. En un ambiente sano conviven con otros niños, aprenden computación, manualidades, deportes, en fin, aprovechan el tiempo en lugar de estar en casa viendo la tele o jugar en la calle exponiéndose a peligros”, comentó una de las beneficiarias de esta alianza.
Fernando Ávila, presidente de la Fechac, compartió porqué se decidió apoyar a la DJN. “A través de los años dicha Asociación Civil ha propuesto mejores programas, sus instalaciones han crecido”, comentó.
Además, Ávila compartió que además de la DJN, Fechac ha apoyado a otras Asociaciones Civiles como Ciudad del Niño, Villa Integra, la Asociación Mexicana de Diabetes, así como la Fundación Pedro Zaragoza. El monto destinado a estas Asociaciones al año, se estima en 100 millones de pesos.
Cabe mencionar que la Asociación que Fechac apoya, Desarrollo Juvenil del Norte, A.C., es una obra Salesiana, dirigida por los Salesianos de Don Bosco, quienes pertenecen a una congregación católica con presencia en 132 países. Su labor en México se remonta desde 1892 y en Ciudad Juárez desde 1991.
Estos proyectos, así como otros
impulsados por la Fechac, se deben a un modelo de responsabilidad social
compartida que suma los esfuerzos de distintos actores sociales: empresarios
chihuahuenses, aportadores de recursos económicos y el trabajo voluntario de
130 consejeros; el Gobierno del Estado, el cual recauda las aportaciones a través
de la Secretaría de Hacienda; el Congreso del Estado, emisor del decreto que
permite este mecanismo; además de distintas organizaciones de la sociedad
civil, que coinvierten con la Fundación y dirigen proyectos dedicados a la
mejoría de la comunidad.
