El mercado de software y electrónica automotriz tendrá un fuerte crecimiento durante los próximos 10 años, por lo que la firma y consultora McKinsey & Company dio a conocer sus últimas proyecciones de mercado para el futuro de esta industria.
La conducción autónoma, los vehículos conectados, la electrificación del tren motriz y la movilidad compartida (mejor conocidas como ACES) son tecnologías que se han visto aceleradas desde 2019 como parte del futuro de la movilidad.
Sin embargo, nuevos participantes ingresan al mercado de vehículos eléctricos y muchos de ellos tienen valoraciones más altas que los OEM establecidos; por esta razón, las empresas automotrices y sus proveedores están invirtiendo en software y electrificación.
McKinsey & Company detalló que para 2030 se espera que el mercado mundial de software y electrónica automotriz alcance los 462,000 mdd, lo que representa una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 5.5% de 2019 a 2030.
“Esta realidad refleja un cambio significativo en el futuro de la movilidad, impulsado por la expansión de las restricciones de acceso urbano (como prohibiciones en vehículos con motor de combustión interna) y una mayor adopción de modelos de no propiedad, como los automóviles compartidos o la micromovilidad”, detalla el estudio.
Respecto a la adopción de sistemas de asistencia al conductor, se verá impulsada por las preferencias cambiantes de los clientes, regulaciones que priorizan la seguridad y permiten mayores niveles de conducción autónoma, y avances tecnológicos como la disponibilidad de computadoras de alto rendimiento, software avanzado o sensores de detección y alcance de luz (LiDAR).
“Por ejemplo, esperamos un fuerte crecimiento anual de hasta el 30% para los sistemas avanzados de asistencia al conductor (ADAS) de nivel 2 hasta 2025, impulsado en gran medida por las regulaciones que requieren que los vehículos nuevos tengan estos sensores. Para 2030, estimamos que el 12% de los vehículos estarán equipados con capacidades AD de niveles 3 y 4, en comparación con solo el 1% en 2025”, añade McKinsey & Company.
También, se proyecta que el mercado de software automotriz se duplique de 31,000 mdd en 2019 a 80,000 mdd en 2030, lo que representa una CAGR de más del nueve por ciento.
Los software para sistemas avanzados de asistencia al conductor (ADAS) y conducción autónoma (AD) representarán casi la mitad del mercado de software para 2030.
El infoentretenimiento, la conectividad, la seguridad y los servicios conectados también crecerán al ritmo del mercado de software en general, convirtiéndose en el segundo mercado de software más grande para 2030.
El mercado de software de carrocería y energía exhibirá una CAGR del 10% como resultado de los requisitos de gestión de energía cada vez más estrictos para los vehículos eléctricos y un número cada vez mayor de características de confort premium en los segmentos de vehículos más bajos.
Las unidades de control electrónico (ECU) y la de control de dominio (DCU), crecerán a 144,000 mdd para 2030 y están impulsadas principalmente por el crecimiento de las DCU, cuya participación aumentará al 16% para 2025 y al 43% para 2030.
En lo que corresponde al mercado de sensores automotrices, crecerá de 23,000 mdd en 2019 a 46,000 mdd en 2030, impulsado principalmente por la creciente demanda de sensores ADAS y AD, específicamente para sensores de detección y alcance de luz (LiDAR), cámaras y radares. Los sensores tradicionales del tren motriz experimentarán una ligera disminución durante este periodo, en línea con el mercado automotriz con motor de combustión interna.
RETOS Y OPORTUNIDADES
A medida que el vehículo definido por software se convierte en realidad, las empresas automotrices de toda la cadena de valor deben actuar con rapidez y decisión para aprovechar su potencial, con una perspectiva clara sobre la dinámica del mercado, de esta manera los actores automotrices pueden tomar una serie de acciones estratégicas y operativas para adaptarse al panorama futuro.
Los OEM automotrices deben desarrollar y refinar su perspectiva estratégica en función de sus recursos, capacidades y posiciones en la industria. En respuesta al aumento de los costos de hardware y software por vehículo, los OEM pueden considerar asociarse con otros OEM para crear economías de escala, hacer que el software sea reutilizable en todas las plataformas.
Los fabricantes de automóviles también deben fortalecer sus capacidades de desarrollo de software, contratando y desarrollando el talento adecuado y desarrollando sus competencias a lo largo de toda la pila de tecnología (incluido el middleware, el sistema operativo, la capa de abstracción de hardware y la computación en la nube). Romper los silos y crear una organización de desarrollo interfuncional puede mejorar la eficiencia y acelerar el tiempo de comercialización.
Los proveedores de primer nivel deberán redefinir su software y su estrategia E/E para responder a las nuevas capacidades y decisiones de abastecimiento de los OEM. Al posicionarse como socios intelectuales de los OEM, pueden trabajar en conjunto y dar forma a los requisitos.
Los proveedores pueden obtener una ventaja significativa invirtiendo en desarrollo de software y áreas de integración para captar una mayor parte del crecimiento. Y al igual que los OEM, los proveedores de primer nivel deberán romper los silos de dominio y fomentar la colaboración entre funciones para seguir siendo competitivos y responder a las necesidades cambiantes de sus clientes.
Lo anterior fue dado a conocer por Ondrej Burkacky, socio principal de la oficina de McKinsey en Múnich; Michael Guggenheimer y Martin Kellner, socios asociados, y Johannes Deichmann, socio de la oficina de Stuttgart.
