México sigue siendo un destino atractivo para las inversiones nacionales y extranjeras, aun y con las coyunturas que se viven a nivel nacional e internacional, nada mal estuvo lo logrado en el sexenio anterior con un monto de inversión directa extranjera de 198,733 millones de dólares, lo que se traduce en empleos y bienestar social.
Cada vez son más diversos los factores que consideran los inversionistas o dueños de empresas para decidir dónde arriesgar su capital, desde cuestiones ambientales hasta la disponibilidad de los recursos naturales inmersos en sus procesos de producción o transformación.
Pensar que México es solo atractivo por el costo de su mano de obra, sería limitar todas las ventajas que este país cuenta para seguir siendo un imán de inversiones, además ha dejado de ser un país meramente manufacturero para volverse más especializado, siendo parte de la evolución de industrias tan importantes como la automotriz, dicho sea de paso aquí están siendo creados los primeros automóviles autónomos que circularán en el mundo, no dudo que en poco tiempo nuestros ingenieros sean capaces de generar su primer diseño o marca automotriz o aeroespacial.
Es el tiempo de buscar desarrollar una cultura laboral de mayor identificación nacional, basada en dos de las características del mexicano, su creatividad y su innovación (la rapidez de generar memes lo confirman), necesitamos una cultura laboral que vea al trabajo como una forma de contribuir y no solo para subsistir, una cultura que en su trabajo encuentre la forma de trascender y no solo de tener.
También necesitamos líderes de esta nueva cultura laboral que entiendan que desde cualquier posición en la organización puedan ser cuestionados y que esto no implica ser confrontados, este país requiere de líderes que entiendan como saber guiar y no solo ordenar, líderes que emanen de una nueva cultura laboral que sean capaces de desarrollar ideas que sirvan para la resolución de las necesidades de las organizaciones, líderes que vean en el bien común su meta y no que solo alcance a ver su meta.
Por más esfuerzos que Gobierno e iniciativa privada hagan para seguir siendo atractivos a la inversión, en algún momento estos no serán suficientes, por lo que debemos nosotros, colaboradores de las empresas migrar a una nueva, auténtica e innovadora cultura laboral, para que esta sirva de promotora de mayor inversión, para que esta sea el factor de diferencia con otras naciones.
Es la hora de que todos aportemos para que nuestro país siga siendo un lugar atractivo para la inversión, es la hora para que la academia evolucione y deje de ser solo un administrador del conocimiento y migrar para ser generador de mayor conocimiento, estamos inversos en la era del conocimiento, misma que debemos de aprovechar para que lleguen más empresas que representen mejores condiciones de trabajo y por ende generen mejor calidad de vida para todos nosotros
Contrario a lo que muchos pudiéramos pensar, incluso el Gobierno actual, el ingreso de los empleados debe de estar en correlación con la productividad que como país generamos y precisamente ahí tenemos un campo de oportunidad.
“¡No consiste en lo que haces, sino en cómo lo haces!”
