Los consumidores optan cada vez más por los productos “verdes”, aquellos manufacturados con procesos de menor impacto ambiental y hechos con materias primas sustentables.
Ante estas tendencias en el mercado, el uso de materiales reciclados se ha convertido en una alternativa viable para la industria del empaque, así como para fabricantes de productos de consumo; sin embargo, otros sectores manufactureros, como el automotriz, comienzan a usar piezas hechas con resinas de plásticos reciclados.
Para Jesús Martínez Rojas, director general y socio de McBride Sustainability, el uso de suministros y productos hechos con desechos recuperados es una tendencia al alza que no tiene freno.
“Hay plásticos que tecnológicamente ya pasaron, y aquellos que se queden o se empecinen por plásticos que no sean fácilmente reciclables, creo que están del lado equivocado de la historia y algo les va a pasar en sustentabilidad económica”, sentenció el experto.
Si bien el subsector del reciclaje, dentro de la industria del plástico en México, aún no tiene un peso significativo, comienza a tener cada vez más protagonismo. Por ello, Martínez Rojas instó a las empresas de este sector, y de otras industrias de enorme impacto, a empujar proyectos de investigación que se encaminen a conseguir plásticos y resinas que puedan tener más de una vida útil, sin que ello signifique la pérdida de calidad y resistencia.
“Creemos que la industria del reciclado, si la comparamos con la industria de consumo de plástico o la industria de producción de plásticos, tal vez seamos el eslabón más pequeño; sin embargo, nuestra perspectiva es que va a crecer muy fuerte en los próximos años y su poder debe estar enfocado a impulsar mejores moléculas para facilitar el reciclado del plástico. Hay cosas que ya no se van poder hacer […] y esa nueva reingeniería de plásticos, de nueva tecnología, evidentemente tiene que influir para que esos plásticos sean más fáciles de reciclar”, añadió el directivo.
PANORAMA
Para impulsar estos proyectos y a las empresas recicladoras, la Asociación Nacional de la Industria del Plástico (Anipac) debía conocer primero el alcance actual de este subsector en el país.
Fue así que realizaron el primer Estudio Cuantitativo de la Industria del Reciclaje de Plásticos en México, que arrojó datos generales y regionales sobre los recicladores en toda la República Mexicana, lo que les permitió, además, “recoger las problemáticas de cada uno y buscar soluciones para el sector”, expresó Eduardo Martínez, presidente de la Comisión de Afiliación en la Anipac y director general de Plásticos a la Medida, durante la presentación del estudio.
Tras la investigación y rastreo de alrededor de 4,200 compañías de todos tamaños, e incluso “de personas que no están constituidas como empresas, pero que se dedican a algunos de los procesos que componen el reciclaje de plástico”, redujeron a 363 el universo de empresas consultadas para el estudio. Dichos establecimientos se dedican a uno o más de los procesos de reciclaje de plástico en el país: acopio, molienda, lavado, densificado (aglomerado) y pelletizado.
El estudio arrojó que la mayoría de las empresas recicladoras se ubican en Baja California, Nuevo León, Jalisco, Guanajuato, Estado de México y Ciudad de México; mientras que las regiones Noreste y Bajío cuentan con una presencia “media” de compañías en este sector.
Del total de las empresas incluidas en el estudio, la mayoría (73%) se dedica al acopio de material; siguen las que se dedican a la molienda (34%); pelletizado (21%), y al lavado y densificado (11%), respectivamente.
“Entre más caro es el proceso hay menos empresas que se dedican a eso”, explicó Martínez, quien informó que la edad promedio de estas empresas es de 14 años, señal de que el reciclaje es un fenómeno reciente, agregó el representante de la Anipac.
La mayoría de las empresas recicladoras son micro, 41%; las pequeñas representan el 23%; mientras que medianas y grandes tienen el 16%, respectivamente, del total.
El 64% de las empresas grandes se dedican al lavado; mientras que el pelletizado es la tarea que mayoritariamente realizan las medianas (43%); las pequeñas, principalmente, se dedican al densificado (40%); y las micro se enfocan más en el acopio (48 por ciento).
Esto último “es muy esperable, siendo que las barreras de entrada al reciclaje son muy pocas en cuanto al acopio. Hay muchas empresas, o más bien personas, que se dedican al acopio en el patio de sus casas, en un pequeño local”, explicó el especialista. En contraparte, la mayoría de las grandes empresas en esta industria se dedican al lavado, pues ofrecen el servicio con equipo especializado.
El estudio también refiere que en México se reciclan más de un millón 913,000 toneladas anuales de materiales reciclados, cifra mayor a la anticipada por la Anipac. Asimismo, se advierte que el material que más se recicla es el polietileno (51.2 por ciento).
“Muy lógico, ya que es el plástico que más se usa y buena parte va a bolsas, envases y empaques”, explicó el director general de Plásticos a la Medida; mientras que el PET, que se ubicó como el segundo material más reciclado (22.1%), logró un mayor porcentaje respecto al que registra entre los plásticos más consumidos (12 por ciento).
“Tiene la ventaja de ser un material muy identificable y con un amplio fomento en la cadena de reciclable”, añadió el experto. Junto al polipropileno (18.2%) estos tres plásticos superan el 90% del total de materiales reciclados en México.
El estudio reporta que el material para reciclaje proviene principalmente de las empresas, 38%; los centros de acopio, 27%; la pepena, 26%; los tiraderos, 11%; centros de transferencia, 10%; maquiladoras, 7%; particulares, 6%; y del sector automotriz, 4 por ciento.
INDUSTRIA
De acuerdo con datos de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), en el 2009, los plásticos constituían el 6% de los residuos domésticos y domiciliarios; para 2019, esta cifra se había duplicado a 13 por ciento.
Alethia Vázquez, investigadora del Departamento de Energía en la UAM Azcapotzalco, estimó que cada mexicano genera aproximadamente 122 gramos de residuos plásticos por día.
“Sería el equivalente, en un cálculo bastante modesto, a que cada uno de nosotros generara cuatro envases de PET de 30 gramos. Esto al año se traduciría en casi 1,500 envases por persona. […] Sabemos que ese porcentaje representa una generación de residuos plásticos de más de 15,000 toneladas por día, a nivel país, lo cual se traduce en millones de toneladas de plástico que se generan al año. Esto lo podemos ver como un gran problema, y lo es, pero también lo podemos ver como una gran oportunidad”, subrayó la especialista.
Sin embargo, los datos oficiales están incompletos, alertó la investigadora, pues solo muestran la parte de sólidos urbanos, “que son solo una de las categorías de residuos que se generan en México. Tenemos, por otro lado, los residuos de manejo especial, que se generan en servicios en las industrias, en volúmenes grandes. No contamos en nuestro país con un diagnóstico completo de residuos de manejo especial”, refirió.
Para tratar de arrojar luz en esta categoría de desechos, el Consejo Coordinador Empresarial recientemente auspició el estudio Gestión y Valorización de Residuos Plásticos en México, del que Alethia Vázquez ofreció datos.
La iniciativa tomó como muestra para el estudio a 137 establecimientos de empresas de reciclaje en el país. A partir de este universo, determinaron que 40% del origen de los residuos reciclados provienen de una mezcla de postconsumo y postindustrial; 34%, únicamente de postconsumo industrial; y 26%, de postconsumo.
Mientras que los materiales que más se reciclan son PET, seguidos de los polietilenos de alta densidad (rígidos), el polipropileno y ABS.
El estudio además da cuenta de las diferencias entre el valor del material reciclado en diferentes regiones del país. Estados como Nuevo León, Estado de México y Ciudad de México presentan los precios más altos para el PET (más de 4 pesos por kilogramo); mientras que en entidades como Campeche, Veracruz o Oaxaca, el precio no sube a más de 2 pesos por kilo.
“Encontramos diferencias que tienen que ver mucho con la necesidad de transporte y la disponibilidad de infraestructura. Los precios altos se concentraban en la zona metropolitana de la Ciudad de México, Monterrey… Hay zonas donde no se tiene registro [del precio] o el PET tiene un precio bajo y hace que sea poco atractivo para el acopio”, explicó la investigadora.
Además del valor de mercado, Alethia Vázquez enumeró otros desafíos para consolidar al sector de reciclaje en México.
“En nuestro país, además de los factores normales que afectan estos procesos, como pueden ser los precios del petróleo, traemos condiciones que no ayudan, como es el tema de la inseguridad, el asunto del encarecimiento de fletes y la necesidad de contratación de primas o de la eliminación de rutas de acopio, de recolección. [Todo eso] ha tenido un efecto serio en nuestro país, y eso lo podemos ver en regiones completas, donde el reciclaje se ha visto seriamente disminuido”, alertó.