En noviembre del 2016,
miembros de empresas asociadas a los Clústeres de Manufactura de Nuevo León,
realizaron una labor de voluntariado en el Banco de Alimentos de Cáritas
Monterrey. Durante el proyecto, el equipo de Cáritas recibió una introducción
al Sistema de Producción Toyota (SPT), gracias al cual lograron incrementar su eficiencia operativa y reducir
el tiempo en sus operaciones.
Por dicha razón, el 10
de febrero, representantes del Comité de Responsabilidad Social realizaron una
visita al Banco de alimentos de Cáritas para conocer las mejoras que la
metodología TPS produjo en la operación del organismo.
El objetivo principal del
taller era mejorar el proceso de clasificación de productos en las áreas de
panes, abarrotes, frutas y verduras. El principal problema era que la mayoría
de los productos son perecederos y se contaba con muy poco tiempo para su
distribución y consumo.
Si estos alimentos no eran
clasificados a tiempo, terminaban siendo entregados a porcicultores y las
familias de la región no recibían comida.
El entrenamiento tuvo una
duración de cuatro días y participaron en total 24 personas, 11 miembros
activos de Cáritas y 13 participantes externos que colaboran con las empresas
asociadas. Las empresas e instituciones que colaboraron fueron: Centro de
Competitividad de Monterrey, Evco Plastics, Nemak, Pinturas Osel, Secretaría de
Economía y Trabajo de NL, Secretaría de Desarrollo Social de NL, Sisamex y
Vitro.
Al término del taller se
cuantificaron grandes beneficios, como el tiempo de clasificación, que se
redujo de cuatro minutos a 30 segundos por caja; la reducción de horas
laborales, de ocho a cuatro horas; entregas a tiempo y reducción de desperdicios.
De acuerdo con Juan
Manuel Olivares, coordinador de operaciones del Banco de alimentos, para el
taller que recibieron de parte de los Clústeres, formaron un comité en el
banco, al cual invitaron a empleados de diferentes áreas y a dos voluntarios.
“Recibimos donativos de
90 a 100 tiendas diarias, cada tienda manda de 2 a 3 ‘pallets’, entonces
tenemos que clasificar alrededor de 100. Las tiendas empiezan a llegar a las
11:30 y tenemos programada la entrega de alimentos a las 3:00 de la tarde, por
lo que tenemos poco tiempo para hacerlo, y antes no nos alcanzaba”, explicó.
Al implementar el TPS en
las tres áreas a manera de tres líneas de producción, disminuyeron el tiempo de
inspección, clasificación y separación de los alimentos. “Antes llegaba todo y
una persona separaba cada cosa según su clasificación, por lo que incluso
teníamos un área de inventario que no alcanzábamos a seleccionar. Ahora con el
TPS, entran 100 ‘pallets’ y se van 100”, aseguró.
Asimismo, la metodología
mejoró el proceso de incorporación de voluntarios, ya que anteriormente se les
enseñaba las actividades de cada área, pero en la actualidad, solo tiene que
aprender y enfocarse en la actividad donde estarán colaborando.
Gracias a las mejoras
que tuvo la metodología TPS en el banco, el coordinador expresó que ahora se
enfocarán a que las demás operaciones también funcionen bajo el TPS y así el
flujo sea continuo desde la llegada del alimento, hasta la entrega.