Claugto y CCE presentan los riesgos del distanciamiento laboral

Para el Clúster Automotriz de Guanajuato (Claugto) es fundamental el asesoramiento y apoyo a las empresas del sector, ante el impacto económico de la contingencia sanitaria. Y con el cierre temporal de las plantas productivas, detectaron que durante la reactivación de la industria existe la posibilidad de tener complicaciones internas, por lo que decidieron crear el curso “Riesgos psico-socio-emocionales del distanciamiento laboral: análisis y recomendaciones”. Esta capacitación estuvo a cargo de Alberto Beuchot, fundador y director general del Centro de Coaching Empresarial (CCE), quien manifestó a los asistentes que anteriormente el mundo se movía a causa y consecuencia, y al día de hoy, se genera cierta volatilidad, síntoma que se presenta en la industria automotriz. “Si algo tiene este sector, es que antes se pensaba que tenía el control, pero nos damos cuenta que no es así, y ahí se empiezan a tener ciertas afectaciones internas y hasta psicológicas”, dijo. Detalló que, de un momento a otro, los trabajadores tuvieron que estar recluidos involuntariamente, lo que provocó el distanciamiento social y laboral, creando una paralización de las industrias, principalmente automotriz, construcción civil e industria petrolera, que son los pilares que sostienen la economía actual. “Se detuvo la industria automotriz y se paralizó el país, aunque todas las industrias se ven afectadas porque no hay demanda, no hay ventas, además que en ciertos sectores no cuentan con un sistema de almacenamiento. Si se derrumban estos tres pilares se desploma el sistema capital”, afirmó. Explicó que este sector se verá obligado a cambiar radicalmente, con la tendencia de evitar contagios futuros, por lo que las compañías están analizando la forma de hacer una reconversión y, para ellos, los colaboradores son parte fundamental de este proceso, por lo que consideró necesario que, en el proceso de reactivación, las empresas implementen estrategias de inteligencia afectiva y de liderazgo, ante los cambios psicosociales y emocionales de los trabajadores. “Es importante ponerse en los zapatos de los demás, ¿cómo me hago cargo de eso con mi gente? Cuando regresemos a laborar, deben ser conscientes que no se le puede pedir el 100% del compromiso a los colaboradores o que se pongan la camiseta, es necesario entender que todos pasamos por esta crisis de diferentes formas”, comentó. Sostuvo que, a través de esta táctica, depende la efectividad de los procesos productivos, para que funcionen y mejore el clima organizacional, con la intención de aumentar poco a poco las métricas y elevar el nivel de la industria. Con ello, sugirió un modelo de cambio personal y organizacional, que tenga la misión y visión en el desarrollo de equipo de alto desempeño, con estilos de liderazgo y actitudes, así como la optimización de procesos para la mejora de la práctica de los colaboradores.