Baja California, con una importante presencia y posicionamiento en el sector aeroespacial, representa un lugar óptimo para el arribo de más industrias bajo el desafío de unificar esfuerzos entre sector gubernamental, educativo y privado.
Así lo planteó durante el panel virtual “¿Qué nos deja la misión DEMO-2 de Space X: El futuro de la industria aeroespacial”, José Hernández, integrante de la Generación XIX de astronautas estadounidenses, que en 2004 viajó a la estación espacial a bordo del Transbordador Discovery en la Misión STS-128, como ingeniero de vuelo, condecorado con la Medalla de Servicio de la NASA y cátedra distinguida PIMSA-CETYS Universidad.
Explicó que al sector educativo le corresponde impulsar la capacidad intelectual y generar el capital humano en las especialidades requeridas para la industria aeroespacial; al sector gubernamental –dijo– le toca la tarea de otorgar concesiones para atraer empresas; y al sector privado le compete planificar para promover las inversiones.
“El sector de Baja California con el corredor de Tijuana-Mexicali-Ensenada, para mí es óptimo porque está cerca del cliente más potente que es Estados Unidos. Respecto al talento, creo que si instituciones como el Centro de Enseñanza Técnica y Superior (CETYS) –que tiene tres campus en las mencionadas ciudades– pueden demostrar que está capacitando a gente con el talento que necesita una empresa, entonces se van a animar más”, comentó.
Hernández añadió que es de suma importancia garantizar la seguridad de los trabajadores en la región, tarea que compete a los tres órdenes de gobierno para brindar certeza a las compañías que arriben.
En cuanto a la posibilidad de que México pueda algún día proveer de componentes a una empresa aeroespacial privada como Space X, indicó que al concentrarse gran parte de la industria satelital en Los Ángeles, California, podría abrirse un abanico de oportunidades en territorio mexicano al facilitarles la eliminación de impuestos.
“Si los componentes y los sistemas van a regresar a Estados Unidos, eso lleva mucha ventaja”, expresó.
Por su parte, Verónica Rojas, profesora-investigadora del Colegio de Ingeniería de CETYS Universidad, precisó que México ha logrado un crecimiento del 15% en la industria aeroespacial durante los últimos 10 años, siendo Baja California la entidad que mayor número de empresas concentra, reiterando su ventaja geográfica al ubicarse en la frontera con Estados Unidos.
Detalló que muchas de las industrias aeroespaciales del vecino país se localizan en ciudades como Phoenix y Yuma, en el estado de Arizona, muy cercano a Baja California.
“Otro de los aspectos es que la industria se ha encontrado con personal capacitado en esta área; cuando hablamos de tecnología aeroespacial hablamos de una interconexión de varias áreas del conocimiento. En Baja California hay mucha oportunidad de que la industria se dé cuenta de que aquí se consta de todas las especialidades que necesitan las empresas”, añadió la investigadora.
Rojas expuso que la reducción de impuestos en esta zona se convierte en otro de los atractivos para el arribo de más empresas.
“A un inversionista obviamente le interesa ahorrar lo más que pueda, entonces en el caso de poder reducir en la línea fronteriza los impuestos sí fue muy buena decisión para atraer inversiones”, abundó.
Un valor agregado para que más empresas inviertan en una región en particular, refirió Verónica Rojas, es la capacidad de desarrollo e investigación, un área de oportunidad no sólo para Baja California, sino para todo México.
“Es algo que sí falta bastante porque hasta el momento se podría decir que un 79% de las empresas aeroespaciales en todo México se dedican únicamente a la maquila, un 11% a la reparación y reconstrucción de motores, y nada más un 11% a hacer innovación y desarrollo”, detalló.
Por lo tanto, dijo, debe fortalecerse dicho sector mediante la sinergia de gobierno, industria, academia y sociedad, sin trabas económicas o gubernamentales.
