Hay muchas formas para describir la importancia del trabajo
en equipo, la colaboración y su impacto en el éxito de una empresa.
La mayoría de las veces, prestamos mucha atención al
objetivo, dejando de lado el proceso y la forma como construimos ese resultado.
Durante el desarrollo de un proyecto, son vitales cada
una de sus fases desde la planeación, organización, integración, hasta la
dirección, monitoreo y evaluación del proyecto. En todos estos años como
Project Manager, me he dado cuenta que debemos sentarnos a reflexionar en
nuestros aprendizajes, en reconocer cuáles son las buenas prácticas y acciones
que nos permiten obtener el resultado esperado.
Entre los elementos que me han permitido obtener buenos
resultados, encuentro más competencias suaves que duras.
El compromiso y el trabajo en equipo son claves para
lograr el éxito en cualquier proyecto, el enfoque, la dedicación y el
seguimiento puntuales, son generalmente competencias clave.
He aprendido a lo largo de mi experiencia que el todo es mayor a la suma de las partes
y puedo trasladar esta premisa a cada uno de los proyectos que me toca conducir
cada año. El involucramiento de las personas, con el mismo nivel de entusiasmo
y con el mismo nivel de compromiso, apuntalado en un buen nivel de competencia
técnica y de gestión, provoca que las cosas sucedan, a tiempo y de manera
correcta. Esto genera sentido de propiedad: empoderarse del proyecto hasta
llevarlo a buen fin.
La labor del Project Manager no se reduce a enviar
correos electrónicos solicitando autorización o a conducir discusiones con gerentes
para justificar el tiempo, ni a escuchar explicaciones sobre la limitación de
los recursos.
La labor del Project Manager es gestionar recursos
(tiempo, información, procesos, documentos) y, sobre todo, a las personas y
sumar las habilidades blandas de cada individuo involucrado en beneficio del
resultado.
Me ha funcionado provocar lluvia de ideas, en el mismo lugar de la acción. Cuando debemos hacer una mejora o lanzar un nuevo concepto, sentir de manera total el entorno, nos genera la conexión necesaria para provocar el compromiso y el deseo
de llegar a
soluciones.
Cuando el equipo experimenta esta sensación de generar
resultados juntos, surge la confianza y el deseo de colaboración. La fuerza del
negocio se encuentra en la capacidad de construir redes sólidas que permitan
agregar valor. En Vitesco Technologies vivimos un pilar llamado Partnering,
basado en la colaboración.
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Mayra
Sahagún
mayra.sahagun@continental-corporation.com