El 2024 es un año lleno de oportunidades para las empresas que siguen en el camino hacia el cumplimiento de sus objetivos de sostenibilidad, que más allá de ser un compromiso se ha convertido en un pilar en toda estrategia de negocio.
Esta tendencia no es ajena para las empresas dedicadas a la manufactura, las cuales están adoptando acciones en las que la responsabilidad social, la descarbonización y la innovación van de la mano. En este esfuerzo por abordar los desafíos ambientales, la industria de calidad e inspección ha emergido como un catalizador para la sostenibilidad.
“Para la descarbonización de la industria de la manufactura se pueden adoptar tres principales enfoques, que van desde el uso de dispositivos de alta eficiencia energética, la optimización de procesos que reduzca a su vez los desperdicios en las cadenas de producción y una fuerte tendencia hacia el consumo consciente”, comentó Arturo Zavala, gerente de Ventas de ZEISS Industrial Quality Solutions.
Eficiencia y calidad, binomio indispensable
La innovación ha sido parte importante para la eficiencia energética en los procesos de control de calidad. Mediante la adopción de tecnologías avanzadas, como máquinas de medición por coordenadas y sistemas ópticos multisensor y de microscopía se permite que las empresas manufactureras optimicen sus procesos y cumplan con las expectativas de calidad industrial de sus clientes.
“Algunas estrategias aplicadas a los dispositivos como reducir a cero el consumo de energía en modo de espera, el uso de interruptores automatizados en horarios específicos y la nueva generación de controladores digitales han permitido un ahorro de hasta un 83% en el tiempo de inactividad y un 64% en el consumo general durante el funcionamiento de los equipos”, agregó Zavala.
Además, se ha comprobado que la implementación de soluciones de control de calidad no solo impulsa la eficiencia operativa, sino que también contribuye a la reducción significativa de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). De acuerdo con McKinsey & Company, la adopción de estas soluciones puede llevar a una disminución del 30% en las emisiones de GEI para 2030.
Reducir desperdicios y descarbonización
Los errores en las cadenas de producción originan grandes pérdidas para las empresas de manufactura, por lo que garantizar un control de calidad adecuado es clave para la reducción de desperdicios y minimizar pérdidas, de forma que el uso de recursos como energía eléctrica, agua y materias primas alcance los más altos niveles de productividad.
En este contexto y para los nuevos retos en 2024, las empresas manufactureras deben considerar la implementación de soluciones de control de calidad no solo como una mejora en la calidad del producto, sino como un paso vital en su compromiso con un futuro sostenible.
“En ZEISS creamos una estrategia holística de sostenibilidad que abarca la transformación empresarial que ayuda a la descarbonización de nuestros clientes, estructurada en tres elementos: 1) dar forma a una cadena de suministro sostenible y lograr la neutralidad de carbono; 2) integrar la sostenibilidad en la fabricación de productos; 3) ayudar a clientes a reducir su huella de carbono”.
Datos contundentes respaldan la importancia de la colaboración entre la industria de control de calidad y las empresas manufactureras en la reducción de emisiones, al mejorar la eficiencia en un promedio del 10%, mientras que los costos de producción disminuyen hasta un 5%, según estudios de Deloitte y Ernst & Young.
Consumo consciente
Cada año crece la tendencia de los consumidores por adquirir productos de forma consciente y responsable. Cifras de Statista indican que es muy importante para el 50% de los consumidores los productos “limpios”; para el 45% aquellos que provengan de una producción sostenible y ambientalmente responsable, mismo caso que el 44% que apoya el tema del reciclaje.
Empresas líderes en control de calidad, conscientes de su impacto ambiental, han asumido compromisos tangibles, cuyo enfoque va más allá de las operaciones internas, extendiéndose a la asesoría a clientes para adoptar prácticas sostenibles. Esta colaboración estratégica se traduce en una reducción efectiva de la huella de carbono en la cadena de suministro.
“La sinergia entre la industria de control de calidad y las empresas manufactureras es un testimonio del compromiso compartido hacia un futuro más sostenible. Este esfuerzo conjunto, guiado por la excelencia y la responsabilidad ambiental, allana el camino para un cambio positivo en la industria”, finalizó Zavala.