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El costo que generan los Fondos Públicos: Luis Quero

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Son tres los fondos los que gestionan la mayor cantidad de recursos económicos dirigidos a capital de riesgo en México. Por un lado se encuentra el Fondo de Fondos, también conocido como México Ventures y constituido en 2006, el cual lo integran cuatro instituciones de gobierno; el Fondo de Capitalización e Inversión del Sector Rural (Focir) que se constituye en 1994 como un Fideicomiso Público del Gobierno Federal, Nacional Financiera, Bancomext y Banobras;  también existe el Fondo de Co-inversión en Capital Semilla, constituido el 4 de junio del 2012 entre Nacional Financiera y Secretaría de Economía; y finalmente, el Programa de Estímulos a la Innovación (PEI), que es un componente del Gasto de Investigación y Desarrollo Experimental (GIDE) que comanda el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) y cuyo propósito es impulsar proyectos que sean detonadores de negocios, incentivando la vinculación entre academia, industria y gobierno, para el desarrollo de innovación y proyectos de desarrollo tecnológico.


De estos tres Fondos, el Programa de Estímulos a la Innovación (PEI) es considerablemente el que mayores recursos económicos destina a la innovación y desarrollo tecnológico en empresas grandes, medianas y pequeñas. Desde sus orígenes (2009) a la fecha, este Programa ha beneficiado a 3,813 proyectos con un monto que ronda los 20 mil millones de pesos.


Si bien, la cifra puede resultar interesante, lo es más el que por cada peso que otorga el Programa Estímulos a la Innovación, la iniciativa privada aporta 1.2 pesos, lo que resulta en una aportación de capital a innovación y desarrollo tecnológico en el país que supera los 40 mil millones de pesos en los últimos seis años.


Aunque son cifras que debieran resultar confortantes, la realidad es que solo 1 de cada 4 proyectos que participan en el programa PEI logran ser beneficiados con recurso económico. La falta de acceso a capital sigue siendo un reto significativo para seguir impulsando el crecimiento económico del país a través del desarrollo tecnológico.


Es importante llevar a la reflexión una nueva tesis de inversión de capital privado enfocada en el costo de oportunidad que año con año pierden Centros de Investigación, Universidades y Empresas por su decisión de optar por recurso público como única vía para financiar sus proyectos.

El Costo de Oportunidad se entiende como aquello que se deja de ganar por la decisión que se ha elegido. Decidir financiar proyectos de innovación y desarrollo tecnológico únicamente con fondo público, pudiera estar costando a las empresas la oportunidad de más años de vida en el mercado.


Hoy resulta insuficiente incentivar la vinculación entre los Centros de Investigación, Academia, Gobierno y Empresas, solo con fondos públicos.

El acceso a capital privado competitivo de forma ágil es fundamental para financiar tecnología desarrollada en Centros de Investigación, Universidades y Parques Tecnológicos que incida de manera sustantiva en al menos tres aspectos empresariales: 1) elevar la competitividad, 2) generar mayor productividad, 3) incrementar la participación de las micro y pymes en la incorporación de nuevos procesos, productos y servicios.

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