Advertising

El aroma del trabajo

Columna Index
Alberto Villanueva.
Octubre 09, 2024
Font size:
Imprimir

Los aromas están presentes todo el tiempo en la vida del ser humano, y tiene la capacidad de distinguir tantos que sería imposible contarlos, aunque se estima que una persona puede diferenciar entre 4,000 y 10,000 olores.

Los aromas son estímulos sensoriales en el organismo de la persona, que pueden permanecer en la memoria de cada individuo a lo largo de su vida, y al recordarlos o volverlos a experimentar pueden transportar su mente a momentos específicos del pasado.

Mi abuelo tuvo una imprenta que estaba conectada con su casa, por lo que cada vez que le hacíamos una visita, era inevitable asociar el aroma de las tintas, las herramientas, los aceites, la grasa y los ruidos de las maquinas con la casa de los abuelos, y aunque el negocio de la imprenta solo duró un tiempo, pasados los años cuando pensaba en la casa de los abuelos seguía asociado el olor a la imprenta.

Los rangos de los aromas son tan variados que por solo mencionar algunos, van de los agradables hasta los repugnantes como son: el olor a café, las flores, a comida, el agua del mar, el bosque, un perfume o loción, así como la basura, y el agua de los drenajes, entre otros.

De igual forma, las emociones en las personas pueden estar asociadas a los aromas generando alegría, calma, tristeza, aceleración, irritación, pudiendo desatar sentimientos y sensaciones muy variadas.

En el trabajo existen aromas asociados propios de cada negocio, empresa o servicio. Es inconfundible el olor de un hospital, una fabrica de chocolates o dulces, el papel utilizado por los periódicos y revistas, la aplicación de pinturas, la elaboración de productos de plástico, aparatos electrónicos o el motor de un auto.

Pero también, en el trabajo, puede ocurrir el efecto Proust, que consiste en que un olor puede evocar recuerdos reales, auténticos, ciertos y evidentes de situaciones surgidas con motivo de la actividad desempeñada, que pueden estar ligadas a un ambiente de trabajo agradable y vigoroso, de productividad, buena ejecución, crecimiento, de éxito o también de estrés, ansiedad, de tensión, de fatiga o agotamiento que influyen en el desempeño positivo o negativo de los empleados.

Desde luego,  el aroma del trabajo se utiliza en este contexto en una forma figurada de hablar, pero que refleja claramente la manera  en que un negocio toma su rumbo o como influye en las personas, es decir; ¿Hay un trato justo a los empleados?, ¿Se les anima para que desarrollen sus capacidades?, ¿Se generan las condiciones para que logren hacer el mejor esfuerzo?, ¿Cuando cometen un error se les hace notar de una manera amable para que lo corrijan?, y ¿Se les reconoce cuando hacen bien las cosas?, ¿Se les sanciona de acuerdo al reglamento interior de manera congruente con la falta cometida o impera el favoritismo, la envidia o los egos?. ¿Se hace como que se trabaja llevándose el crédito del esfuerzo realizado por otros?, o ¿Dejando la responsabilidad de empujar el negocio a unos cuantos?, ¿Se promueve a las personas mas capaces o aquellos cuyas capacidades no están al nivel requerido? pero por conveniencia, por costo, cultura o ignorancia se cometen injusticias con el personal.

El aroma del trabajo será algo que estará en la memoria de cada empleado por toda su vida. Por lo que hay que preguntarse: ¿A que huele el trabajo en la empresa? ¿A qué quiere la organización que huela el trabajo? Son preguntas que deben estar presentes todo el tiempo desde la cúpula de la organización y de todos los colaboradores, pero también llevar a cabo la ejecución e implementación de acciones que ayuden a tener un aroma de trabajo atractivo para todos los empleados. 

Una organización que apesta difícilmente podrá atraer y retener el talento y peor aun fomentará un ambiente irrespirable de fracaso y decepción con desempeño negativo en todas las esquinas. El aroma a rancio, quizá no espante de inmediato a los empleados pero en cuanto sea posible se irán o no rendirán lo que de ellos se espera, en cambio un aroma fresco o nuevo dará confianza necesaria para alcanzar el éxito así como las metas personales y las de la organización.

Lo que es seguro es que cualquiera de los aromas que tenga el trabajo,  los empleados nunca lo olvidarán, y quizás para bien o para mal, será lo que impregne el aroma del futuro en la organización. ¿A qué quieres que huela tu empresa?

Descubre las últimas novedades de la industria en nuestra edición impresa, disponible en formato digital.

Ver todas las ediciones