El interés por el nearshoring ha crecido como respuesta a la necesidad de construir cadenas de suministro más resilientes, reducir costos y anticipar disrupciones geopolíticas. Sin embargo, no todas las motivaciones han evolucionado de la misma manera en los últimos años.
De acuerdo con un nuevo estudio de Bain & Company, aunque el 80% de los directores de operaciones a nivel global planea incrementar sus esfuerzos de nearshoring u onshoring en los próximos tres años, únicamente el 2% ha logrado implementar completamente dichas estrategias.
El informe, titulado “Nearshoring: Overcoming the Obstacles”, revela los retos más relevantes que enfrentan las organizaciones al acercar su producción a mercados clave y las acciones que están tomando para superarlos. Datos de la encuesta de Bain “Operations Executive Survey 2024”, revelaron los motivos más citados por las empresas para mover sus centros de suministro fueron:
- Continuidad operativa por cercanía a la planta de manufactura (57%, aunque ha bajado respecto a 71% en 2022).
- Proximidad al cliente (52%, frente a 67% en 2022).
- Reducción de costos laborales, que subió significativamente de 31% a 51%.
- Mejora en la sostenibilidad de productos (47%) – una razón que no fue medida en 2022.
- Respuesta a regulación potencial (39%) y capacidades diferenciadas de manufactura (32%)
Esto demuestra un cambio en prioridades: mientras que los temas tradicionales de continuidad siguen siendo relevantes, el costo laboral y la sostenibilidad emergen como factores clave. El estudio también arrojó que la mayoría de las empresas está optando por estrategias híbridas. El 42% de los ejecutivos encuestados afirmó que su modelo operativo actual combina onshoring, nearshoring y offshoring, una práctica conocida como split-shoring, que busca un equilibrio entre resiliencia y eficiencia en costos. Por otro lado, el 31% mantiene un enfoque más tradicional de offshoring, y solo el 27% apuesta por una estrategia enfocada exclusivamente en onshoring y nearshoring.
“En México, el nearshoring representa una gran oportunidad, pero también requiere una transformación profunda en las capacidades operativas de las empresas”, señaló Jordi Ciuró, socio de Bain & Company y líder de la práctica de Operaciones en el país. “Las compañías que logren implementar estrategias inteligentes de ‘right-shoring’, combinando cercanía, eficiencia y resiliencia, no solo estarán mejor preparadas para enfrentar disrupciones, sino que también podrán capturar mejoras de margen bruto de hasta 30%”, añadió.
El estudio también destacó que, para tener éxito, las empresas deben invertir en capacidades tecnológicas como analítica predictiva, monitoreo de riesgos, trazabilidad profunda en la cadena de suministro y automatización. Estas herramientas permiten evaluar escenarios, identificar proveedores estratégicos y cumplir con regulaciones locales con mayor precisión.
Bain & Company propone una hoja de ruta para capturar el valor del nearshoring dentro de una estrategia integral de right-shoring. Esta comienza con una evaluación estratégica que considera no solo costos, sino también factores como la estabilidad geopolítica, el talento disponible, la infraestructura, la huella de carbono y la disposición del cliente a pagar por productos locales.
A esto se suma la integración de tecnologías como IA e IoT para mejorar la agilidad de la cadena de suministro, así como una colaboración estrecha entre funciones clave —manufactura, compras, estrategia, I+D y ventas— para asegurar una ejecución alineada y efectiva.
Por último, construir redes resilientes implica fortalecer relaciones con proveedores y fomentar la colaboración dentro del sector para facilitar una transición eficiente hacia nuevas geografías.
