En un entorno global de reconfiguración comercial, las empresas mexicanas se enfrentan a un panorama sin precedentes en materia de aranceles. Así lo expresó Adrián González, Licensed US Customs Broker, durante el webinar titulado “¿Qué sigue para las empresas en México ante el nuevo escenario arancelario?”, organizado por Mexico Industry.
González, presidente de Global Alliance Solutions y vicepresidente de la Asociación de Empresarios Mexicanos en McAllen, compartió que el mundo experimenta el cambio más significativo en política comercial desde la Segunda Guerra Mundial. El detonante: una serie de medidas arancelarias impuestas por la administración estadounidense con múltiples objetivos, entre ellos el retorno de la producción a Estados Unidos, la corrección de prácticas comerciales desleales, principalmente dirigidas a China, y una nueva política de recaudación fiscal basada en el comercio exterior.
“Estamos ante un nuevo orden comercial. Las viejas reglas del juego han dejado de aplicar. Estados Unidos ha convertido el comercio exterior en una herramienta estratégica de seguridad nacional”, señaló González.
El impacto para México
Aunque México mantiene ciertas ventajas competitivas gracias al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), aproximadamente la mitad de las exportaciones mexicanas no califican para las preferencias arancelarias del acuerdo. Estas operaciones están siendo afectadas por aranceles de hasta 25%, que en algunos casos pueden combinarse con otras medidas, como las derivadas del artículo 232 de la Ley de Expansión Comercial estadounidense.
Uno de los casos, es el de una planta automotriz de lujo ubicada en San Luis Potosí, la cual enfrenta aranceles combinados de hasta el 50% por no cumplir con las reglas de origen del T-MEC y por estar sujeta a medidas de seguridad nacional. Este tipo de afectaciones dijo González, podría poner en riesgo la permanencia de inversiones clave en el país.
Retos técnicos y regulatorios
Más allá del monto de los aranceles, el especialista enfatizó el reto técnico que enfrentan las empresas. Calificar bajo el T-MEC no es automático, sino que requiere una documentación robusta, análisis detallados de origen, y una estrategia clara de cumplimiento. González subrayó que muchos exportadores mexicanos aún no tienen claro cómo aplicar reglas como la transformación sustancial o las de marcado de país de origen, lo que podría dejar a sus productos expuestos a altos costos en frontera.
“No basta con decir ‘el producto es mexicano porque se ensambló en México’. Hay que demostrarlo bajo criterios técnicos estrictos. Y si no puedes probarlo, te aplican todo el peso de los aranceles”, explicó.
Las nuevas medidas incluyen una serie de aranceles recíprocos calculados país por país, que entraron en vigor el 9 de abril. Países como Vietnam, China, Japón y la Unión Europea están siendo fuertemente afectados, lo que abre la puerta a una potencial reconfiguración de las cadenas de suministro a favor de México. Sin embargo, González advirtió que esta ventana de oportunidad no será automática ni sencilla.
“Sí, podríamos ver beneficios en ciertas industrias como el perecedero, electrónicos y televisores, que actualmente no enfrentan aranceles. Pero sectores como acero, aluminio, autopartes y automóviles están seriamente comprometidos”, señaló.
El impacto económico podría extenderse más allá del sector empresarial. Si las exportaciones mexicanas caen, advirtió, también podrían verse afectados el empleo, la seguridad y la cooperación bilateral en temas sensibles como migración.
¿Qué puede hacer México?
González fue enfático al afirmar que México necesita actuar con urgencia para proteger su posición como socio estratégico de Estados Unidos. Destacó como prioritario que el gobierno federal respalde a las empresas, especialmente las del sector IMMEX, que han enfrentado trabas regulatorias y reducciones de estímulos fiscales.
También compartió la necesidad de mantener una postura firme y estratégica en la renegociación —formal o informal— del T-MEC, que ya está ocurriendo de facto. “Este no es un momento para la pasividad. Los negociadores mexicanos tienen ante sí uno de los mayores desafíos comerciales de nuestra historia reciente”, afirmó.
Pese a todo, el especialista se mostró optimista: “Si México logra mantener su acceso preferencial, y si apoya correctamente a sus industrias, puede salir fortalecido. Pero hay que hacer bien la tarea”, finalizó.
Descarga la presentación completa de Adrián González, aquí.
Adrián Gonzalez
President
Global Alliance Solutions LLC
agonzalez@global-as.net