Con una inversión acumulada de 660 millones de dólares entre 2023 y 2025, Kellanova inauguró en Querétaro su primera planta de Pringles en México, lo que consolida su estrategia de crecimiento en América Latina y marca un paso decisivo para fortalecer su presencia en el país. Esta nueva instalación tendrá capacidad para producir más de 150 millones de unidades anuales, y su diseño permite duplicar esta capacidad en el corto plazo.
La planta, ubicada dentro del complejo industrial que ya opera en Querétaro, es la segunda en América Latina y la sexta a nivel mundial dedicada a la icónica marca de botanas. Su producción atenderá no solo al mercado nacional, sino también a países de Centroamérica, el Caribe y la región del Pacífico, desde una plataforma logística robusta y estratégicamente localizada.
Innovación operativa con enfoque sustentable

La nueva planta de Pringles destaca por integrar tecnología avanzada, incluyendo una línea de llenado que opera a una velocidad 50% superior a otras del grupo. También tiene capacidad para procesar diversos sabores y presentaciones, diseñados específicamente para el gusto mexicano y para facilitar su distribución en pequeños comercios y tiendas de barrio.
Uno de los avances más relevantes es que la planta alcanza paridad de género en las posiciones operativas, siendo la primera en América Latina dentro del grupo Kelanova que logra este estándar.
“Estamos muy orgullosos de decir que el 50% de las posiciones en esta planta son ocupadas por mujeres. Es parte fundamental de nuestra visión de diversidad y equidad”, expresó Arturo Anguiano, vicepresidente de cadena de suministro para América Latina.
En materia ambiental, la operación se diseñó con un alto compromiso de sostenibilidad. El 90% de la energía que utiliza proviene de fuentes renovables, se implementa reutilización de agua tratada, y los residuos orgánicos generados en la producción de papa se destinan al consumo animal, como parte de una estrategia de economía circular.
México, el corazón de Kellanova en América Latina
Durante la inauguración, Víctor Marroquín, presidente de Kellanova Latinoamérica, subrayó que la planta es reflejo de una apuesta a largo plazo por el mercado nacional. “Queremos estar en las mesas de los hogares mexicanos por los próximos 100 años. Esta planta es un paso firme en esa dirección”, afirmó.
El ejecutivo recordó que la empresa tiene ya una larga historia en el país, con más de 90 años de presencia comercial y cuatro plantas operativas, de las cuales Querétaro alberga el centro financiero y operativo para América Latina. La nueva planta de Pringles se suma a ese ecosistema productivo con una visión de innovación, proximidad al consumidor y competitividad.
Desde julio de 2024, más de 800 horas de capacitación fueron impartidas al personal que operará esta nueva línea, incluyendo estancias prácticas en la planta de Kellanova en Brasil. En su fase inicial, el proyecto generará 300 empleos directos y alrededor de 1,000 indirectos, contribuyendo a la consolidación del clúster agroindustrial de la región.
Con esta inversión, Kellanova afianza su posición como uno de los principales jugadores de la industria de alimentos en México y transforma a Querétaro en un punto clave para su operación internacional.