La economía circular es un enfoque clave para reducir el impacto ambiental, y uno de los sectores más estratégicos para su implementación es la industria del plástico. Uriel Galván, secretario de la Asociación Mexicana de Economía Circular y Valorización de Residuos, analiza las prácticas sostenibles, los retos de la industria, y los avances en legislación y bioplásticos que buscan hacer más eficiente la producción y gestión de residuos plásticos.
La economía circular se ha convertido en un enfoque crucial para reducir el impacto ambiental de las industrias, y uno de los sectores más relevantes para su implementación es la producción de plásticos. En esta entrevista con Uriel Galván, secretario de la Asociación Mexicana de Economía Circular y Valorización de Residuos, se exploran las prácticas sostenibles en la producción de plásticos en México, los desafíos que enfrenta la industria y los avances en investigación y legislación que buscan mejorar la sostenibilidad.
Según un estudio de la Asociación Nacional de Industrias de Plástico (ANIPAC), en México se reciclan alrededor de un millón 700 mil toneladas de plásticos de todo tipo. Para alcanzar la sostenibilidad en plásticos, las empresas están adoptando distintas prácticas como el uso de materiales reciclados, desarrollo de resinas biodegradables, optimización de procesos de producción, así como la promoción de la economía circular.
En México, la producción de plástico sigue siendo una de las industrias más grandes y con mayor demanda, lo que plantea grandes retos en términos de sostenibilidad. Según Galván, una de las principales medidas a tomar es reducir la generación de residuos plásticos contaminantes desde la fuente. Esto puede lograrse mediante la investigación y desarrollo de nuevos materiales biodegradables o reciclables.
Prácticas sostenibles en la producción de plásticos
Galván explica que la clave para una producción más sostenible es aplicar lo que él denomina la “pirámide invertida de la gestión de residuos”, que prioriza la minimización de residuos contaminantes y fomenta el reciclaje y la reutilización. Algunas de las prácticas sostenibles que se pueden implementar incluyen:
1. Uso de materiales biodegradables: Estos materiales permiten que el plástico sea menos dañino para el medio ambiente al descomponerse de forma natural.
2. Ciclo de vida extendido de los plásticos reciclables: la mayoría de los plásticos reciclables tienen un número limitado de ciclos de reciclaje, por lo que se necesita investigación para extender estos ciclos y hacer que los plásticos sean más duraderos y reutilizables.
3. Gestión eficiente de residuos: Se necesitan mejores estrategias de gestión, como la optimización de los rellenos sanitarios y la separación de residuos en estaciones antes de llegar a su disposición final. El uso de Sistemas de Información Geográfica (GIS) puede ayudar a la gestión eficiente de estos residuos.
4. Promover la logística inversa: Buscar esquemas para reincorporar los plásticos al proceso productivo es fundamental para cerrar el ciclo de vida del plástico.
El desarrollo de bioplásticos es uno de los caminos hacia una producción más eficiente y sostenible. Galván señala que la investigación científica es fundamental para avanzar en la creación de plásticos a partir de residuos orgánicos. Aunque no toda la basura orgánica puede convertirse en bioplástico, hay un gran potencial en su uso. México, donde aproximadamente la mitad de los residuos sólidos son orgánicos, tiene una oportunidad de aprovechar estos desechos para desarrollar alternativas a los plásticos convencionales.
El principal desafío radica en la transferencia tecnológica, es decir, en cómo escalar las investigaciones científicas para que sean viables a nivel industrial. Esto requiere inversiones en investigación y desarrollo, así como la creación de políticas que promuevan la innovación en este sector.
Implementación de la Economía Circular en México
En cuanto a la economía circular en la industria manufacturera, Galván comenta que hay algunos casos de éxito en México, donde se han implementado estrategias de revalorización de residuos plásticos. Estos casos, aunque todavía limitados, demuestran que es posible reincorporar plásticos al proceso productivo en lugar de desecharlos. Sin embargo, la logística inversa, que implica recuperar productos para reciclarlos o reutilizarlos, sigue siendo un reto monumental para la industria.
Legislación ambiental en México y su impacto en la industria
Un aspecto crucial para el éxito de la economía circular es la legislación. En México, Galván reconoce que las entidades encargadas de la gestión de residuos han mostrado más ventajas que desventajas, facilitando la implementación de estrategias sostenibles. Sin embargo, los trámites para obtener permisos de gestión de residuos pueden ser costosos y lentos.
“En el caso específico de los plásticos, la legislación ha avanzado en las últimas décadas, pero aún queda mucho por hacer. Hace falta implementar estrategias para mejorar la separación de residuos, que en la mayoría del país sigue siendo ineficiente. El éxito de la recolección de basura y la separación de materiales depende de políticas gubernamentales más robustas y de una mayor colaboración entre la industria y el gobierno”, expresa.
Retos para la industria del plástico en México
Uno de los mayores retos que enfrenta la industria del plástico en México es la implementación de esquemas de revalorización, que permiten reincorporar los plásticos a la cadena productiva. Este es un proceso complejo que requiere inversiones en investigación, mejoras en las infraestructuras de gestión de residuos y un cambio cultural hacia un consumo más consciente.
“La falta de una logística inversa efectiva y la limitada separación de residuos son barreras significativas para avanzar hacia una economía circular plena. Es fundamental que las empresas adopten prácticas sostenibles y que se refuercen las políticas públicas para hacer más eficiente la recolección y gestión de plásticos”, explica.
El investigador destaca que la sostenibilidad y la economía circular en la producción de plásticos en México están en una etapa de evolución. Aunque la investigación y los avances tecnológicos son prometedores, aún existen grandes desafíos para la implementación a gran escala de estas prácticas. La legislación ambiental, la innovación en bioplásticos y la gestión eficiente de residuos son áreas clave que deben ser fortalecidas para lograr una industria del plástico más sostenible. “Con el esfuerzo conjunto de investigadores, la industria privada y el gobierno, México tiene el potencial de liderar en la transición hacia una economía circular que minimice el impacto ambiental de los plásticos y fomente la reutilización y el reciclaje a largo plazo”, finalizó.