Nissan Mexicana ha sido una pieza clave dentro del panorama global de la automotriz, destacándose no solo por la calidad de sus productos, sino también por su impacto económico y social en la región.
En 2024, Nissan a nivel mundial produjo 98 millones de vehículos, de los cuales, América fue responsable de 18 millones. De esos, México jugó un papel fundamental con una producción de 678,000 unidades, consolidándose como la región con mayor volumen de fabricación dentro de las plantas de Nissan.
Liderazgo en producción y exportación
Nissan cuenta con varias plantas estratégicas que contribuyen significativamente a la fabricación de vehículos en el país: las plantas Aguascalientes 1 y 2, la planta COMPAS —una join venture con Mercedes-Benz— y la planta CIVAC, ubicada en Cuernavaca, Morelos.
Estas plantas generan más de 15,000 empleos directos, y su impacto se extiende a más de 235,000 empleos indirectos, abarcando proveedores locales e internacionales, así como servicios auxiliares. Destaca el aumento de la participación femenina en la fuerza laboral. En apenas dos años, el porcentaje de mujeres trabajadoras pasó de 7% a 14%, reflejo de una política activa de inclusión y equidad de género en los procesos productivos.
La planta en Aguascalientes A1, inaugurada en 1992, es el complejo que más producción ha registrado en todas las plantas de México. “Es una planta que puede fabricar hasta 65 coches a la hora y ha fabricado 7.7 millones de coches”, comentó Joan Busquets, vicepresidente de Manufactura de Nissan Mexicana.
Las plantas de Nissan en Aguascalientes son un motor clave en la economía local y se ha convertido en una empresa fundamental en la comunidad, con una fuerte integración con universidades locales y un compromiso activo con el gobierno de Aguascalientes. Entre las dos plantas de Aguascalientes, cada 40 segundos se fabrica un auto Nissan.
Innovación y Sostenibilidad
Nissan Mexicana no solo es reconocida por su capacidad de producción, sino también por sus esfuerzos en sostenibilidad. Desde la implementación de vehículos fabricados con energía limpia hasta la optimización de sus procesos industriales para reducir el impacto ambiental, la compañía ha alcanzado logros significativos.
Actualmente, el 95% de la energía utilizada en sus procesos de manufactura proviene de fuentes sostenibles, lo que ha permitido producir más de 3.2 millones de vehículos con energías limpias. Además, se han implementado sistemas de recolección de agua y aprovechamiento de agua de lluvia, lo que permite a sus plantas operar eficientemente en regiones con escasez hídrica.
Primer parque fotovoltaico
Un ejemplo emblemático es el primer parque fotovoltaico desarrollado en la planta Aguascalientes 2. Este proyecto fue diseñado para cubrir el 100% de la demanda eléctrica destinada al alumbrado del complejo, tanto de día como de noche, gracias a un sistema que permite almacenar el excedente energético sin necesidad de baterías.
Esta solución innovadora ha tenido como resultado una reducción significativa de la huella de carbono de Nissan Mexicana, evitando la emisión de 85 toneladas de dióxido de carbono al año. Para poner en perspectiva, esto equivale a la absorción de CO2 de aproximadamente 3,400 árboles de coníferas maduras o a la preservación de 19 hectáreas de bosque.
El parque fotovoltaico no es solo una contribución directa al cuidado del medio ambiente, sino que también subraya la visión a largo plazo de la empresa, que busca integrar la sostenibilidad en el núcleo de sus operaciones. Con este proyecto, Nissan Mexicana se prepara para avanzar hacia proyectos más ambiciosos, tanto en el corto como en el mediano plazo, con la meta de expandir el uso de energías renovables dentro de sus instalaciones.
Juan Pablo Chávez, encargado de este proyecto, destacó que este sistema representa una fase inicial en el camino hacia la autosuficiencia energética. Aunque el parque fotovoltaico de Aguascalientes 2 está principalmente destinado al alumbrado del complejo, la empresa tiene planes de ampliarlo para abastecer más áreas de la planta. A futuro, con la incorporación de tecnología LED en las luminarias, el sistema de paneles solares podrá satisfacer la totalidad de la demanda energética del complejo.
El parque fotovoltaico fue desarrollado íntegramente por personal de Nissan y requirió una inversión de 60,000 dólares. Este proyecto representa la primera fase de una estrategia más amplia, que contempla la instalación de un parque solar de 20 megawatts a mediano plazo, con lo cual la empresa aspira a alcanzar la autosuficiencia energética en varias de sus operaciones.
Actualmente, Nissan Mexicana se encuentra en el nivel 1 de su programa de descarbonización, enfocado en reducir las emisiones directas e indirectas asociadas al consumo de electricidad. Más del 90% de la energía utilizada por sus plantas en el país proviene de fuentes libres de emisiones, como la planta nuclear de Laguna Verde. El siguiente reto será avanzar al nivel 3, que implica mitigar las emisiones generadas a lo largo de toda la cadena de suministro, incluyendo logística, materiales y subcomponentes.
Apuesta por la formación integral de su personal
Otro de los ejes centrales en la operación de Nissan Mexicana es el desarrollo integral de su capital humano. Para ello, la empresa ha desarrollado un sólido modelo de formación que abarca tanto habilidades técnicas como valores corporativos.
Claudia Gutiérrez, Senior Manager de Nissan Production Wave y responsable del Global Training Center de las Américas y la Universidad Nissan, lidera este esfuerzo, cuyo objetivo es elevar el nivel de competencias en los trabajadores de la planta para asegurar la calidad en todos los procesos de la empresa.
Este modelo de formación no se limita únicamente al aprendizaje técnico. Gutiérrez enfatizó que la educación integral es una de las claves del éxito, ya que los empleados no solo adquieren habilidades técnicas, sino también valores como la responsabilidad, el compromiso y la capacidad de seguir el “Nissan Way,” el código ético y operativo de la empresa. Este enfoque asegura que los trabajadores no solo sean expertos en sus respectivas áreas, sino también personas mejor preparadas para enfrentar los desafíos profesionales y personales.
Uno de los datos más destacados es que más del 60% de los colaboradores que participan en los programas educativos tienen altas probabilidades de ser promovidos dentro de la organización. Muchos incluso alcanzan puestos gerenciales. Esto ha permitido a Nissan reducir su rotación de personal y cultivar un ambiente laboral estable, eficiente y comprometido.
Además de los programas educativos tradicionales, Nissan está apostando fuertemente por la implementación de tecnologías avanzadas, como los simuladores de realidad virtual. Estas herramientas permiten entrenar a los operarios en escenarios realistas, sin poner en riesgo su seguridad ni comprometer recursos. La capacitación con realidad virtual también permite detectar áreas de mejora y perfeccionamiento, incluso en personal con experiencia previa.
Gutiérrez explicó que las tecnologías y procedimientos que se implementan en las plantas mexicanas son en muchos casos adaptaciones de innovaciones desarrolladas en Japón, que luego se tropicalizan para responder a las necesidades locales. Cada vez que se introduce un nuevo modelo de vehículo o se actualiza la maquinaria, se activa un protocolo de formación que permite que el personal esté alineado con los últimos avances tecnológicos.
El alcance del Global Training Center va más allá de las fronteras mexicanas. Empleados de plantas en Estados Unidos, Brasil y otros países latinoamericanos son enviados a Aguascalientes para capacitarse en procesos clave, como mantenimiento de troqueles, estampado y ensamblaje. Este enfoque multinacional fortalece la estandarización de procesos y la competitividad regional.
La combinación de educación técnica, desarrollo personal y tecnologías innovadoras asegura que los trabajadores estén no solo listos para enfrentar los desafíos actuales, sino también preparados para adaptarse a las demandas del futuro.
Nissan Mexicana está demostrando que la excelencia operativa puede coexistir con la sostenibilidad, el desarrollo del talento y el bienestar comunitario. Su enfoque integral comprometido con la innovación y el medio ambiente la sitia en el camino hacia una industria más limpia, justa y competitiva.