México alcanzó un nuevo máximo histórico en captación de Inversión Extranjera Directa (IED) durante el primer trimestre de 2025, al registrar 21 mil 373 millones de dólares, un incremento anual del 5.4%, pese al contexto global de incertidumbre económica. Este resultado consolida la posición del país como uno de los principales destinos para la inversión internacional.
De acuerdo con la Secretaría de Economía, las nuevas inversiones fueron el motor principal del crecimiento, al aumentar 165% respecto al mismo periodo de 2024. Esta recuperación está vinculada con la confianza en la estabilidad macroeconómica, los tratados comerciales y el ambiente favorable para los negocios en México.
Estados Unidos se mantuvo como el principal país inversionista, con el 38.7% de los flujos totales. Le siguieron España y Países Bajos, mientras que la región de Norteamérica en conjunto representó el 42.4% del total. Cinco entidades federativas concentraron el 83.9% de la inversión, lo que evidencia un patrón de concentración regional de capital.
El sector manufacturero absorbió el 43.2% del total de IED, con énfasis en industrias clave como equipo de transporte, alimentos, cómputo y química. Este dato refuerza el rol de México como centro de manufactura especializada, en particular dentro del contexto del T-MEC y de la relocalización de cadenas de suministro.
Las políticas impulsadas por el gobierno federal, como el Plan México para promover sectores eléctricos y electrónicos, han contribuido a generar condiciones atractivas para capital extranjero, alineadas con la transición energética y la demanda de tecnología verde en América del Norte.
Este desempeño posiciona a México no sólo como receptor de inversión, sino como un actor estratégico en la transformación de las cadenas productivas globales. De mantenerse esta tendencia, se anticipan impactos positivos en empleo, transferencia tecnológica y desarrollo regional.