El sector energético mexicano cerró 2024 con un aumento significativo en el consumo total de energía y en el precio promedio nacional, según un análisis reciente elaborado por Vowat; aunque el precio promedio de la energía eléctrica para el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) alcanzó los $924 pesos por MWh, las principales zonas industriales del país lograron mantener tarifas estables y competitivas, posicionándose favorablemente frente a mercados como Estados Unidos y América del Sur.
La zona industrial que mayor consumo energético reportó fue Jalisco, con 72.7 TWh, seguida de Nuevo León, con 60.3 y en tercer lugar, se ubicó al Estado de México, con 58.1. En orden descendente el estudio señaló a Veracruz, Chihuahua y Coahuila, así como a Sinaloa y Sonora como las entidades con las zonas industriales de mayor consumo energético.
El año pasado, el consumo energético total en México sumó 358 TWh, lo que representa un incremento del 3.7% respecto a los 345 TWh registrados en 2023. Este aumento responde a un consumo per cápita de 2,759 KWh anuales, en medio de una economía que sigue creciendo y demandando mayor electricidad para sus actividades productivas. Por su parte, el Sistema Interconectado Nacional (SIN) registró un precio promedio apenas inferior, de $919 pesos por MWh.
A pesar del aumento del 14% en los precios promedio a nivel nacional (de $810 pesos por MWh en 2023 a $924 en 2024), las regiones industriales clave lograron mantener precios que incluso son más atractivos que los de sus principales competidores internacionales. Solamente las zonas peninsulares del país, como Yucatán y Baja California Sur, registraron precios promedio superiores a los de Estados Unidos. Esta estabilidad en costos energéticos refuerza el papel de México como un hub industrial estratégico gracias a su ubicación geográfica y costos operativos.
No obstante, el análisis también revela un retroceso preocupante en materia de energías limpias. Según datos del Monitor de Energía del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), la generación de electricidad limpia cayó del 26.4% del total en 2021 al 24% en el primer trimestre de 2025. Esto significa una disminución del 8.7% en términos absolutos, pasando de 78.6 TWh a 72.3 TWh en el mismo periodo comparado.
El aumento en el uso de combustibles fósiles para atender la creciente demanda energética es uno de los factores que explican esta caída en la generación limpia. Si bien la estabilidad en costos beneficia la competitividad industrial, los expertos advierten sobre la necesidad urgente de equilibrar este crecimiento con políticas que fortalezcan la transición hacia una matriz energética más sostenible y menos dependiente de hidrocarburos.
El análisis concluye que monitorear el balance entre consumo, precios y sostenibilidad será clave para mantener el liderazgo industrial del país en los próximos años. Sin esfuerzos adicionales para recuperar el avance en energías limpias, el sector energético podría enfrentar desafíos que impacten tanto en su competitividad global como en sus compromisos ambientales.