El metaverso industrial se posicionó como una tecnología clave para transformar la forma en que las empresas colaboran en entornos industriales. Según Simon Bennett, director de Innovación de AVEVA, esta plataforma permitiría conectar a equipos en tiempo real, utilizando avatares tridimensionales y entornos virtuales, independientemente de su ubicación geográfica. Así, los profesionales podrían interactuar de manera más inmersiva y eficiente.
Una de las principales aplicaciones del metaverso industrial era la posibilidad de "teletransportarse" virtualmente a diferentes plantas o instalaciones, como fábricas, plataformas de energía o turbinas eólicas. Esto permitía a los técnicos e ingenieros solucionar problemas operativos en tiempo real, accediendo a datos en vivo y utilizando herramientas de inteligencia artificial. De esta forma, la tecnología eliminaba la necesidad de desplazamientos físicos, reduciendo costos y tiempos de inactividad.
El metaverso industrial se destacó por su capacidad de integrar avances como el gemelo digital, una representación virtual de activos físicos que permitía optimizar operaciones y mejorar la toma de decisiones. Las empresas podían utilizar esta tecnología para realizar simulaciones, evaluaciones de seguridad y revisiones de diseño en tiempo real, lo que abría nuevas oportunidades en la gestión de la cadena de suministro y la producción.
A diferencia de otros conceptos populares de la web 3.0, como las criptomonedas o los tokens no fungibles, el metaverso industrial estaba enfocado en aplicaciones concretas y beneficios tangibles para la industria. Su implementación no requería equipos sofisticados, sino que aprovechaba las tecnologías digitales ya existentes en muchas empresas, proporcionando una evolución natural hacia la eficiencia operativa.
La incorporación de inteligencia artificial marcó el siguiente paso en la evolución del metaverso industrial. Al combinar IA con entornos virtuales, las empresas podían predecir fallos, mejorar la productividad y evitar interrupciones en las operaciones. Esta colaboración entre humanos y máquinas inteligentes sentaba las bases para la llegada de la Industria 5.0, donde la tecnología y la sostenibilidad iban de la mano en la transformación del sector industrial.
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