Como consultor especializado en temas energéticos, escucho una y otra vez la demanda de las empresas privadas: “para invertir necesitamos que nos garanticen un suficiente abasto eléctrico, con calidad adecuada y cada vez más con generación de fuentes renovables”.
Los desafíos energéticos de México para 2025 abarcan una serie de factores complejos, impulsados por la demanda creciente, la necesidad de transición energética, las limitaciones de infraestructura y el contexto político y económico. A continuación, les comparto algunos de los retos clave que México enfrentará en el próximo año:
1. Transición hacia energías renovables
Aunque México cuenta con grandes recursos naturales para producir energía eólica y solar, su dependencia de los combustibles fósiles sigue siendo alta. Acelerar la transición hacia fuentes renovables requiere inversiones considerables, cambios regulatorios y políticas de apoyo.
2. Inversiones en infraestructura de generación y distribución
La red de transmisión en México enfrenta limitaciones para integrar de forma eficiente fuentes de energía renovable en diversas regiones del país. La red de transmisión actual requiere modernización y expansión para minimizar pérdidas de energía y mejorar la estabilidad.
3. Seguridad energética y dependencia de importaciones
México importa más del 60% de su gas natural de Estados Unidos, lo que representa un riesgo para su seguridad energética en caso de tensiones comerciales o fluctuaciones en el mercado internacional. Diversificar el suministro energético y reducir la dependencia es una prioridad. En este contexto, es vital construir infraestructura para almacenamiento de gas natural y aumentar la capacidad de producción nacional podrían reducir la vulnerabilidad a posibles interrupciones de importación.
4. Reducción de Emisiones y compromisos internacionales
México es firmante del Acuerdo de París y se ha comprometido a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero. Esto implica un reto considerable, ya que el sector energético es responsable de una gran parte de las emisiones del país.
5. Contexto político y regulatorio
Las políticas energéticas han sido tema de debate en los últimos años, con una postura que privilegia a las empresas estatales (CFE y PEMEX) frente a las privadas. Esto ha generado incertidumbre en la inversión extranjera, especialmente en proyectos de energía renovable. Por estos motivos, crear un marco regulatorio estable que permita la participación de empresas privadas en el sector de energía renovable, es clave para atraer inversiones a largo plazo y facilitar la transición energética.
6. Contexto geopolítico internacional
El mundo bajo la presidencia saliente de Biden no era perfecto y el riesgo geopolítico estaba aumentando. Sin embargo, la administración proyectó e implementó un conjunto de políticas tradicionales y consistentes. Con la reasunción de Trump en la presidencia, la política estadounidense será menos convencional y predecible. En un momento de creciente inestabilidad y puntos de conflicto geopolítico, y con la renegociación del T-MEC en perspectiva, se debe esperar una mayor volatilidad, lo que obliga a las empresas a tomar decisiones e implementar estrategias en materia energética para mitigar riesgos.
En conclusión, todos podemos coincidir que el reto principal es que haya suficiente electricidad para todos los usuarios en México. Está en manos de la nueva Administración construir un marco regulatorio que provee certidumbre legal y que fomente la iniciativa privada para invertir en proyectos de generación, por un lado, y por otro, agilizar la actualización de la infraestructura de transmisión y distribución, para que México se beneficie de las oportunidades del nearshoring.