El avance acelerado de las tecnologías digitales y la creciente adaptabilidad de sus aplicaciones han motivado a diversos sectores productivos a adoptar soluciones tecnológicas orientadas a optimizar sus procesos.
Actualmente en Latinoamérica, varios países dirigen sus agendas digitales hacia programas específicos, promoviendo la incorporación de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial, blockchain, el Internet de las cosas (IoT) y la robótica avanzada en industrias estratégicas.
Con ello, Sebastián Giraldo, director de Innovación y Tecnología de Schneider Electric (SE), destacó que la transformación digital efectiva requiere una integración coordinada de múltiples tecnologías para maximizar el impacto y asegurar beneficios en cada industria. “Hablar solo de gemelos digitales o inteligencia artificial sin una base sólida de machine learning no tiene valor”.
SE ha implementado un enfoque integral, ampliando su portafolio de productos conectados en el entorno operativo y fortaleciendo el Edge Control, una tecnología clave que lleva la inteligencia directamente a los procesos operativos.
La compañía también ha invertido en servicios avanzados, analítica e inteligencia artificial, facilitando una gestión de datos orientada a la eficiencia y sostenibilidad. No obstante, la transformación digital requiere más que tecnología; de acuerdo con Giraldo, implica un cambio cultural profundo dentro de las organizaciones. Este proceso debe trascender el área de IT para tener un impacto en áreas clave como finanzas, operaciones y cadena de suministro.
Giraldo subraya que aunque algunas empresas aún ven la transformación digital como una inversión compleja y costosa, SE desempeña un rol de asesoría para ayudarles a superar esos temores.
Con una red de canales y soluciones probadas a nivel global, la empresa permite a sus clientes avanzar de manera gradual, distribuyendo la inversión y facilitando la transición hacia nuevas tecnologías.
Latinoamérica está avanzando en esta transformación, Giraldo reconoció que la región aún no ha alcanzado el nivel de los países desarrollados, si bien la tendencia y la inversión han crecido, particularmente después de la pandemia.
Este contexto global ha creado nuevas oportunidades de suministro y crecimiento para la región, brindando una plataforma sólida para el desarrollo de sus recursos y capacidades.