La adopción de la inteligencia industrial como servicio ha revolucionado el sector de la fabricación, ayudando a las empresas a mantenerse competitivas e impulsando la innovación. Así lo aseguró Rob McGreevy, director de productos de AVEVA, quien destacó cómo esta tecnología está permitiendo a los productores adaptarse a los rápidos cambios en el panorama empresarial global.
Desde la Revolución Industrial hasta la Segunda Guerra Mundial y el ascenso de las economías tigre de Asia, la manufactura ha sido el pilar del desarrollo económico. Sin embargo, en el contexto actual, marcado por interrupciones en la cadena de suministro, transformaciones tecnológicas y crecientes exigencias de sostenibilidad, los líderes de la industria han comenzado a replantearse sus enfoques tradicionales. Según McGreevy, "los fabricantes con visión de futuro están adoptando la digitalización, la automatización y la analítica avanzada para optimizar los procesos de producción y desbloquear nuevas vías para la innovación".
Un estudio reciente de Deloitte reveló que el 86% de los ejecutivos creen que las soluciones de fábricas inteligentes serán el principal motor de la competitividad en los próximos cinco años. Estas fábricas están equipadas con maquinaria interconectada, lo que permite una integración fluida con la cadena de suministro, tanto dentro como fuera de la organización.
Un ejemplo destacado de esta transformación es la planta de Schneider Electric en Lexington, Kentucky, designada por el Foro Económico Mundial como un Faro Global Avanzado para la fabricación digital sostenible. Aunque la planta tiene más de 60 años, la implementación de tecnologías de conectividad industrial y análisis predictivo permitió mejorar la eficiencia de los procesos y avanzar en sus objetivos de sostenibilidad. "Una reducción del 90% en el papeleo manual y una disminución del 6% en el tiempo de inactividad no planificado son algunos de los logros más significativos", destacó McGreevy.
La inteligencia industrial como servicio (IIaaS) combina la analítica avanzada, el aprendizaje automático y la inteligencia artificial para crear soluciones escalables y personalizadas. Esta tecnología ha demostrado su capacidad para transformar incluso plantas antiguas en instalaciones de producción preparadas para el futuro. Un caso destacado es The International Group, Inc. (IGI), que se asoció con Lityx para mejorar sus rendimientos de cera y reducir el desperdicio en la producción, logrando beneficios de 10 millones de dólares en un solo año.
McGreevy concluyó que la inteligencia conectada está redefiniendo la forma en que los fabricantes producen, innovan y compiten en la era de la Industria 4.0. "Las empresas que no adopten este cambio corren el riesgo de quedarse atrás en un mercado cada vez más competitivo", advirtió.
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