Actualmente, solo 11 de los 32 estados de la República Mexicana cuentan con impuestos ecológicos a nivel local, los cuales se unen a los establecidos a nivel federal; sin embargo, anticipó Luis Felipe Muñoz, socio de impuestos internacionales en PwC, estos gravámenes serán una tendencia cada vez más común en el corto plazo en el país.
Por ello, el experto conminó a las empresas a tener presentes estas tributaciones y su actuar, para evitar derogar grandes recursos por estas medidas.
“En principio, este tipo de impuestos verdes buscan que el que contamine, pague. No forzosamente es el que contamine mucho, pague. Hay industrias que se piensa que son verdes, que son muy limpias, pero que también contaminan.
“Te voy a poner un ejemplo, las renovables, su propósito o su objeto social es dar una solución, reemplazar un combustible fósil por una energía renovable, pero hay que ver si detrás de todo el proceso productivo […] existe una contaminación. Lo que buscan este tipo de impuestos es que se pague por ese tipo de contaminación”, señaló el especialista.
Las entidades que cuentan con un impuesto ecológico estatal son: Baja California, Coahuila, Tamaulipas, Estado de México, Oaxaca, Campeche y Quintana Roo; Yucatán, por su parte, tiene dos impuestos en esta materia; Querétaro, tres; y Nuevo León y Zacatecas, cuatro, respectivamente.
“Creemos que, por los compromisos de México en la reducción del impacto a las emisiones de carbono, seguramente veremos más impuestos o más regulaciones al ámbito tributario-ambiental. […] Ahorita hay 11 estados, la realidad es que creemos que esto llegó para quedarse y va a ser un efecto en cadena”, anticipó Luis Felipe Muñoz.
Hoy, los impuestos que cobran los estados son por extracción de materiales o por remediación en la extracción de estos, por emisión de gases a la atmósfera, por disposición final, almacenamiento o depósito de residuos, por la emisión de contaminantes al suelo y subsuelo, y por emisión de contaminantes en el agua.
ACCIONES
Por ello, PwC creó la Guía de impuestos ecológicos en México, que busca proporcionar a sus clientes información actualizada respecto a los impuestos ambientales existentes en el país, así como destacar las tendencias tributarias en el ámbito de los impuestos ambientales.
“[Los clientes] se están acercando para identificar los aspectos técnicos, desde el punto de vista de cuánto se está contaminado, qué sustancias se están utilizando, si se están midiendo adecuadamente esas sustancias o esas mediciones al medioambiente; es decir, esa primera etapa es, desde el punto de vista técnico, qué tantos controles, qué tantos mecanismos tienes para determinar cuánto estás contaminando”.
Otros de los aspectos para los que las empresas buscan la asesoría de esta firma consultora, apuntó el experto, tienen que ver con el impacto tributario en los temas fiscales de los corporativos; así como la manera en la que se reportan estos impuestos a los stakeholders, accionistas y mercado.
“[También los asesoramos sobre] los procesos internos, si tienen estrategias corporativas que se tienen que respetar en el mercado mexicano o, por el contrario, si tienen que establecer algún tipo de proceso, política o trámite para establecer sus mecanismos de contaminación o de mitigación de contaminación”, continuó el socio de PwC.
“Los contribuyentes tendrán que realizar análisis técnicos ambientales con el propósito de identificar qué actividades implicadas en sus procesos de negocio y sus cadenas de valor son susceptibles de generar un impacto administrativo o tributario-ambiental en México, ya sea a nivel federal o estatal y, en todo caso, desarrollar estrategias que les permitan lograr el nivel de cumplimiento de sus obligaciones legales en materia ambiental, prevenir afectaciones al medio ambiente y, por tanto, el impacto tributario presente o futuro”, apuntó.