El gobierno del presidente Joe Biden destinará casi 2 mil millones de dólares para modernizar instalaciones históricas de fabricación de automóviles, adaptándolas para producir vehículos eléctricos y componentes.
Esta inversión, financiada por la Ley de Reducción de la Inflación del presidente Biden, beneficiará a 11 instalaciones en ocho estados, salvando 15,000 empleos y creando 3,000 más. La mayoría de estos empleos son sindicales.
Esta estrategia industrial es parte del compromiso de la administración Biden de revitalizar la manufactura y los empleos en EE. UU. Las empresas seleccionadas, incluyendo grandes fabricantes como GM, Fiat-Chrysler Automotive y Volvo, recibirán fondos federales para modernizar sus instalaciones y aumentar la producción de vehículos eléctricos, protegiendo así empleos automotrices altamente calificados y de alta calidad.
Estos proyectos permitirán la producción de más de 1 millón de vehículos ligeros eléctricos y 40,000 camiones y autobuses eléctricos al año, casi duplicando la producción anual de vehículos eléctricos en el país.
Este es un paso crucial para mantener la competitividad en la industria automotriz estadounidense y asegurar empleos de alta calidad.
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