La revolución de los gemelos digitales transformó la forma en que las industrias diseñan y crean productos. En sus primeros años, la ingeniería dependía del desarrollo de prototipos físicos para probar y perfeccionar diseños, un proceso costoso y lento.
Los ingenieros de la década de los 80´s dedicaban semanas, e incluso meses, a construir modelos físicos para probar ideas y realizar ajustes, lo que implicaba rehacer prototipos constantemente.
Sin embargo, con la llegada de los gemelos digitales, el panorama cambió drásticamente. En lugar de trabajar con herramientas y materiales físicos, los ingenieros modernos se sumergieron en el mundo digital, creando modelos virtuales que replican no solo el aspecto de los productos, sino también su comportamiento y funcionamiento.
Estos gemelos permitieron simular y probar diseños en cuestión de días, sin necesidad de fabricar ninguna pieza física. Cada modificación se realizaba en tiempo real, acelerando el desarrollo y reduciendo costos.
“El uso de gemelos digitales ha permitido a empresas como Boeing y Airbus simular el rendimiento de sus aviones bajo diversas condiciones sin tener que construir un solo prototipo físico”, comentó Ottmar Kappes, country manager de Altair en México y Chile.
Kappes explicó que estas simulaciones permiten predecir cómo se comportarán los productos bajo diversas circunstancias, desde climas extremos hasta pruebas de durabilidad, sin incurrir en los costos ni en los riesgos asociados con la fabricación física.
Implementación de gemelos digitales en procesos de producción
La industria automotriz también adoptó rápidamente esta tecnología. Empresas como Ford y BMW integraron los gemelos digitales en su proceso de desarrollo, acelerando la innovación y mejorando la precisión de sus productos. La capacidad de simular, por ejemplo, el impacto de cambiar materiales en la estructura de un vehículo o probar la resistencia de un motor bajo distintas condiciones, mejoró notablemente la calidad de los automóviles.
Para muchas empresas que aún no habían implementado esta tecnología, el acceso a herramientas como las que ofrece Altair fue clave para dar el salto. Estas plataformas brindaron soluciones escalables que permitieron a las empresas experimentar con gemelos digitales en proyectos piloto antes de integrarlos completamente en sus procesos de producción.
La revolución de los gemelos digitales no solo mejoró la eficiencia en la creación de productos, sino que también benefició a los consumidores, quienes recibieron productos más seguros y avanzados.
Esta tecnología demostró ser un cambio crucial en la manera en que las empresas innovan y desarrollan, marcando el inicio de una nueva era industrial en la que lo digital y lo físico coexisten para alcanzar niveles de excelencia antes inalcanzables.
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