Ford de México está por cumplir 100 años de su llegada al país. La planta más antigua instalada en territorio mexicano es la Cuautitlán, la cual fue inaugurada el 4 de noviembre de 1964, durante sus 60 años de operación, ha demostrado una capacidad de innovación y adaptación constante para mantenerse competitiva en el mercado automotriz. Desde 2020, la planta es responsable de la producción de Mustang Mach-E, el primer vehículo 100% eléctrico de producción masiva hecho en México que se exportan a más de 41 países.
Por otro lado la planta de Ensamble y Estampado de Hermosillo, su apertura el 14 de noviembre de 1986, este complejo ha sido esencial para la fabricación de vehículos icónicos de Ford, destacándose por su calidad global gracias al talento de su personal, el uso de tecnología avanzada y un sistema de manufactura flexible.
Inicialmente, la planta se enfocó en sedanes como Ford Mercury Tracer y Escort, ampliando su producción a modelos como Ford Fusion y Lincoln MKZ, lo que la convirtió en pionera en la producción de modelos híbridos en México. En 2004, la planta inauguró un campus de proveedores de 122 hectáreas, fortaleciendo su capacidad de producción con un flujo constante de materiales. Este recinto ha evolucionado constantemente, incorporando mejoras tecnológicas significativas modernizado su área de carrocería en un 90% y ha implementado un Centro Especializado de Pintura.
El complejo de motores de Ford instalado en Chihuahua cumplirá 41 años, comenzó operaciones el 24 de noviembre de 1983 con la inauguración de la primera planta que producía el motor Penta de cuatro cilindros. Este motor se convirtió rápidamente en el corazón de los modelos icónicos de Ford de la época, como Tempo y Topaz. Gracias al éxito y la calidad de sus productos, Ford invirtió en la ampliación de la planta para producir el motor Zetec, utilizado en modelos como Ford Contour y Ford Escort.
Actualmente en esta planta se producen motores Duratec I-4 de alta tecnología, que han impulsado vehículos como Ford Escape Híbrida y Ford Transit. En 2009, se construyó una segunda planta para la producción de motores diésel, que se utilizan en camiones como Ford F-250, la cual ha estado rompiendo récords constantemente de producción. En 2018, Ford inauguró una tercera planta para producir motores de gasolina de nueva generación, posicionando a México a la vanguardia de la producción automotriz en Norteamérica.
El Global Technology and Business Center (GTBC), ubicado en el Estado de México, celebra otro año más. Este centro es esencial para las operaciones de Ford a nivel mundial y además brinda servicio a Estados Unidos en temas de Recursos Humanos, Cadena de Suministro y Desarrollo de Producto.
El Centro de Ingeniería de Ford de México, ubicado dentro del GTBC, es el más grande de la industria en el país y el segundo más grande de los 12 centros de ingeniería de Ford a nivel mundial. Con cerca de 3,100 ingenieros, es clave en la planificación, validación y lanzamiento de vehículos emblemáticos de la marca del óvalo azul.
Irapuato: compromiso con la movilidad eléctrica
Ahora conocida como Irapuato Electric Powertrain Center (IEPC), se enfoca en la producción de la Unidad Motriz Primaria, que incluye tanto el motor eléctrico como el transeje del sistema de propulsión. Este desarrollo es clave para apoyar a la planta de Cuautitlán Izcalli, donde se fabrica el Mustang Mach-E, el primer vehículo 100% eléctrico de producción masiva hecho en México. La planta en Irapuato se ha transformado para incorporar la Manufactura 4.0, incluyendo automatización avanzada y el uso de Inteligencia Artificial.
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