FINSA, empresa mexicana lider en desarrollo inmobiliario industrial presentó el Índice de Desarrollo Industrial (IDI 2024) de FINSA, donde se indica que México se fortalece como el socio ideal para impulsar la integración de cadenas de suministro en Norteamérica y captar inversión extranjera estratégica.
De acuerdo con la compañía; “La segunda edición del Índice de Desarrollo Industrial busca destacar los aspectos donde se está avanzando y aquellos que requieren un cambio de dirección”.
Por ello, destacaro que “Este año hemos reestructurado la dimensión ambiental del índice, incorporando nuevos indicadores relacionados con el tratamiento de aguas residuales, la generación de energía limpia, la eficiencia energética y la construcción sostenible, como una forma de reconocer su creciente importancia en la toma de decisiones sobre nuevas inversiones”, afirmó Sergio Argüelles, Fundador y CEO de FINSA.
¿Qué mide el Índice de Desarrollo Industrial 2024 de FINSA?
EI IDI 2024 tiene el objetivo de medir la capacidad de las entidades federativas en México para dar soporte a la actividad industrial y favorecer su crecimiento en el futuro. Para ello se identificaron cinco dimensiones:
Infraestructura.
Entorno económico.
Entorno social.
Medio ambiente.
Talento e innovación.
En la edición de este año se midieron en total 30 indicadores, a partir de fuentes de información públicas y confiables, de forma diferenciada en las entidades federativas: infraestructura (7) + entorno económico (6) + entorno social (5) + medio ambiente (6) + talento e innovación (6).
En la actual edición del Índice, se incluyeron 2 nuevos análisis específicos: estados atractivos para el Nearshoring, y análisis de alineamiento con el modelo europeo de Industria 5.0 que busca balancear la innovación con el desarrollo social y sostenible.
Nuevo León, Chihuahua y Coahuila; Indicadores clave
En la edición de este año del IDI, Nuevo León, Chihuahua y Coahuila vuelven a ocupar las tres primeras posiciones, destacando en indicadores clave como el espacio industrial disponible, nuevas tendencias de crecimiento de la construcción, participación en el PIB industrial, exportaciones manufactureras y atracción de inversión extranjera directa en el sector secundario.
En infraestructura, Nuevo León lidera en infraestructura industrial con 1,590 hectáreas y un crecimiento de 100 hectáreas anuales en promedio. Le siguen Chihuahua (1,020 hectáreas), Baja California (730) y el Estado de México (690). Los mayores crecimientos anuales son de Chihuahua (42 hectáreas), Baja California (32.6), Coahuila (32.2) y el Estado de México (31.6).
En el ámbito económico, el 51% del PIB manufacturero del país se concentra en seis entidades de las regiones fronteriza, del Bajío y del centro: Nuevo León (12.4%), Estado de México (9.5%), Coahuila (8.6%), Jalisco (7.6%), Guanajuato (6.8%) y Baja California (6.5%). Asimismo, el 53% de las exportaciones manufactureras provienen de Chihuahua (14%), Coahuila (12%), Baja California (10%), Nuevo León (10%) y Tamaulipas (7%).
En la dimensión de entorno social, el ingreso promedio de la población económicamente activa aumentó de $50.34 a $59.35 por hora, con trece estados superando la barrera de $60 por hora, en comparación con seis en la edición anterior. Además, la percepción de corrupción disminuyó de un promedio del 85% al 81%, aunque 28 estados aún superan el 75%, lo cual sigue siendo un nivel elevado.
Este año, la dimensión de medio ambiente ha sido actualizada con indicadores y fuentes renovados, incluyendo el porcentaje de agua residual tratada, en el que destacan Aguascalientes, Durango y Nuevo León; eficiencia energética, liderada por Ciudad de México, Nayarit y Jalisco; y construcción sostenible, donde sobresalen Baja California, Ciudad de México y Nuevo León.
En cuanto a talento e innovación, Ciudad de México conserva el liderazgo en casi todos los indicadores, excepto en el nuevo indicador de matrícula en educación técnica (CONALEP y DGETI), en el que destacan Sonora y Quintana Roo. Sin embargo, las solicitudes de invenciones han mostrado una tendencia a la baja, con un promedio que descendió de 10 a 9.5 por cada 100,000 habitantes en los últimos cinco años.
En cuanto a las regiones más atractivas para el nearshoring en México son la frontera norte, el Bajío y el centro del país. La frontera se destaca por su espacio industrial, el Bajío por sus niveles de innovación y estado de derecho, y la región centro por su talento calificado.
Los estados más avanzados en Industria 5.0 por su equilibrio en innovación, desarrollo social y sostenibilidad son Ciudad de México, Querétaro, Jalisco, Nuevo León y Aguascalientes. Sin embargo, algunos, como Morelos y Guanajuato, presentan desbalances en desarrollo social, y otros, como Yucatán y Chihuahua, en sostenibilidad. San Luis Potosí y Coahuila son los más consistentes en los tres aspectos, mientras que Aguascalientes y Tlaxcala destacan en desarrollo social y sostenibilidad, aunque no en innovación.
“México se encuentra en una posición privilegiada como vecino y socio comercial de EU, lo que le permite fortalecer su integración en las cadenas de valor de América del Norte y atraer inversiones extranjeras para relocalizar capacidad productiva. Sin embargo, para aprovechar esta oportunidad, el país debe enfrentar desafíos críticos, en cuanto a energía, infraestructura de transporte y logística, talento calificado, y de seguridad y estado de derecho. La responsabilidad de abordar estos temas recae, tanto en los sectores productivos, como en los 3 niveles de gobierno”, aseguró Sergio Argüelles.
En esa misma línea, el fundador y CEO de FINSA, concluyó. “Esperamos que esta segunda edición del Índice de Desarrollo Industrial, al igual que la primera, siga siendo una herramienta y una guía útil para avanzar en superar los retos y evaluar cómo está aprovechando México la oportunidad de consolidarse como un actor clave en América del Norte y a nivel global”.