La industria minero-metalúrgica se ha consolidado como un pilar clave de las exportaciones del país. El comercio exterior del sector alcanzó los 19 mil 638 millones de dólares el año pasado; principalmente debido a los montos menores de ventas al exterior de minerales metálicos, el comercio bajó un 5.9% con relación al año anterior.
El saldo de la balanza comercial en 2023 resultó positivo, con un superávit de 9,025 millones de dólares.
El financiamiento juega un papel crucial para que el sector minero-metalúrgico pueda escalar operaciones y responder a la demanda; sin embargo, el acceso se mantiene restringido para muchas empresas del rubro debido a la reducción de la disponibilidad de liquidez a nivel global en 2023 y las políticas monetarias restrictivas de algunos países que provocó el incremento en los tipos de interés a corto y largo plazo, impactando en la reducción del acceso al crédito en la industria.
El sector posiblemente continuará enfrentando retos como la fluctuación de precios de materias primas y las exigencias de sostenibilidad en mercados internacionales. No obstante, tal parece que iniciativas de modernización tecnológica y financiamiento estratégico han permitido a las empresas mantenerse competitivas pero necesitando capital de trabajo.
“En un mercado donde la eficiencia y la innovación son esenciales, contar con soluciones de financiamiento nos ha permitido optimizar procesos y expandir nuestras exportaciones hacia mercados clave como Estados Unidos”, declaró Roberto Santos Cruz García, Chief Executive Officer (CEO) de Ziom & Ebenezer Tecnologies, empresa mexicana dedicada a la manufactura de productos de cobre, aluminio, latón y otros metales no-ferrosos, con más de 30 años de experiencia.
En un comunicado, la empresa resaltó que la industria minero-metalúrgica en México contribuye con el 2.5% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional: equivalente a más de 847 mil millones de pesos corrientes, según las cifras del INEGI al segundo trimestre de 2024.
La Cámara Minera de México (CAMIMEX) reportó que el valor de la producción minero-metalúrgica nacional sumó un total de 261,061 millones de pesos el año pasado.
Con ello, México se posiciona entre los diez principales productores mundiales de 17 minerales, destacando como líder global en la producción de plata por más de 13 años consecutivos. Además, se posiciona como el segundo lugar en fluorita; el tercero en sulfato de sodio y wollastonita; el cuarto en celestita; y el quinto en plomo, molibdeno, barita, diatomita y sulfato de magnesio. También es sexto en zinc, octavo en sal, yeso, cadmio, oro y feldespato; y décimo en cobre.
La CAMIMEX ha identificado que el sector minero-metalúrgico es relevante para el abastecimiento de más de 70 industrias que son clave para el futuro sostenible de nuestro país. Siendo las más relevantes la automotriz y la de construcción, además de otras como las de farmacéutica, química y petroquímica, fertilizantes, agroquímicos y agropecuario, así como eléctrica, hídrica y siderúrgica.
Por su parte, Sebastián Kontarovsky, cofundador y Chief Operating Officer (COO) de MUNDI, destacó la importancia de la industria para el desarrollo económico de México: “El sector es un motor de crecimiento para la economía mexicana. Estamos interesados en respaldar a más empresas exportadoras minero-metalúrgicas, ayudándolas a superar barreras de financiamiento para que aprovechen al máximo las oportunidades de negocios en mercados internacionales”.
“La colaboración con MUNDI ha sido esencial para potenciar nuestro capital de trabajo, sin la necesidad de aumentar el apalancamiento financiero en ZET, lo que nos ha permitido cumplir con los volúmenes que demandan nuestros clientes globales”, enfatizó Cruz García.