La industria minera, responsable de más del 8.1% del PIB industrial en México, enfrenta el desafío de reducir su impacto ambiental y garantizar la continuidad operativa en un mercado cada vez más competitivo. En respuesta, las soluciones híbridas que combinan generación térmica, energía solar y almacenamiento en baterías están transformando el sector, con beneficios para la sostenibilidad y la eficiencia.
De acuerdo con datos de la Cámara Minera de México (CAMIMEX), la adopción de energías limpias ha permitido reducir hasta un 40% el uso de diésel en algunas operaciones mineras, especialmente en regiones remotas donde el suministro energético es un reto constante. Esta transición también está reduciendo los costos operativos, dado que la energía representa entre el 30% y el 40% de los gastos totales del sector.
Mariano Souto, gerente general de Aggreko para México, Centroamérica y el Caribe, destacó el impacto de estas soluciones: "Lejos de ser una tendencia, estas soluciones se están convirtiendo en el nuevo estándar para las operaciones mineras que buscan estabilidad energética, reducción de huella ambiental y continuidad operativa".
El papel clave de la energía híbrida en la minería
Las soluciones híbridas garantizan una operación más limpia y fortalecen la competitividad de las minas mexicanas frente a inversionistas internacionales. Entre sus beneficios destacan:
- Reducción de costos operativos: Al disminuir la dependencia del diésel, las minas logran un ahorro significativo en energía, el cual impacta directamente en sus márgenes de rentabilidad.
- Cumplimiento de metas climáticas: Estas tecnologías respaldan la Estrategia Nacional de Cambio Climático, que proyecta que el 50% de la energía generada en México provenga de fuentes limpias para 2050.
- Atracción de capital internacional: Las minas que adoptan estándares sostenibles se vuelven más atractivas para fondos de inversión que priorizan criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG).
El almacenamiento en baterías, por su parte, permite maximizar el uso de energías renovables, actuar como respaldo en zonas sin conexión estable a la red eléctrica y minimizar el ruido y emisiones generados por los equipos.
"México está en una posición privilegiada para liderar esta transformación. La minería sostenible no es una aspiración a futuro, es una necesidad presente y una oportunidad concreta para robustecer la industria", concluyó Souto.